HAY UN DEFINITIVO AIRE DE TEATRALIDAD en The Lanesbo- rough. En esta gran mansión de estilo Regency inglés, situada en uno de los lugares más hermosos de la ciudad —en el corazón de Knights- bridge, cerca de el Palacio de Buckingham y con vistas hacia Hyde Park, muy cerca de Harrods y Sloane Street—, se percibe una cen- tenaria tradición que se erige como un impresionante recordatorio del pasado imperial. The Lanesborough ha sido considerado durante mucho tiempo como uno de los hoteles más lujosos del mundo, lo que se aprecia en cada espacio y detalle.
Gran parte del legado del hotel radica en que es un hito de la Regencia. Fue construido en 1827 por William Wilkins, el arquitecto responsable de la Galería Nacional de Londres, y la impresionante estructura, edificada sobre la antigua casa del vizconde Lanesborough, sirvió como hospital de St. George hasta 1980. El edificio permaneció vacío hasta 1991, cuando The Lanesborough abrió sus puertas al público por primera vez.
Y si bien su majestuosa fachada sigue siendo la misma, por den- tro los interiores fueron rediseñados por Alberto Pinto —máximo referente a nivel mundial del diseño de interiores— en conjunto con ReardonSmith Architects, para imbuir una sensación de la época del siglo XVIII, con todo (y más) de lo que podemos imaginar: techos altos, una decoración en colores y patrones distintivamente ingleses y lámparas de cristal profusamente trabajadas. The Lanesborough es considerado uno de sus mejores trabajos, y fue completado justo antes de que falleciera, a fines de 2012, a los 69 años.
Alberto Pinto nació en Casablanca. De padres argentinos, estuvo rodeado de diversas culturas y esta herencia influyó en su estilo. Sus proyectos fueron descritos como “intrépidamente dinámicos, repletos de patrones de gran escala, esquemas de colores llamativos y suntuosas citas que encontraron el favor de la realeza de Medio Oriente y los capitanes internacionales de la industria”. Tenía talento para crear ambientes de estilo serrallo, cuyas lámparas de vidrios de colores y yeso tallado se inspiraron en los interiores tradicionales del norte de África. Su enfoque ecléctico de la decoración residencial y su visión clásica lo convirtieron en uno de los diseñadores de interiores más célebres del mundo, y complementó a la perfección los gustos y la estética de The Lanesborough. La filosofía de diseño principal de The Lanesborough se basó en tratar el hotel como una residencia privada, y se reforzó con la implementación de nuevos diseños en todas las áreas.
El hotel de 93 habitaciones, administrado por Oetker Collection —una prestigiosa cartera de “hoteles obra maestra”—, completó una renovación integral de 18 meses en julio de 2015. El objetivo del proyecto era devolver los magníficos interiores del hotel a su grandeza original, y restablecer a The Lanesborough como la mejor residen- cia de Londres. El edificio, catalogado como Grado II (monumentos clasificados como edificios de interés arquitectónico especial mere- cedores de todos los esfuerzos para su conservación), vio cómo se devolvió totalmente a su estructura original y se transformó en la espléndida residencia que contemplanos ahora.
La reforma implicó despojar al hotel de su armazón y restau- rar meticulosamente todos y cada uno de los espacios interiores en un estilo que recuerda a su hotel hermano francés, Le Bristol Paris (próximamente en Design Hunter México). Pinto reclutó a un equipo de artesanos —bordadores, especialistas en cristal, ebanistas, bron- ceadores, lacadores y doradores— para devolver a las áreas públicas y privadas del hotel, incluidas las habitaciones y suites, el restaurante de alta cocina The Lanesborough Grill, el salón de cigarros Garden Room y el Library Bar, su antiguo esplendor. Para las habitaciones, Pinto empleó cinco esquemas de diseño inspirados en la Regencia, y cada grupo consta de tres combinaciones de colores en tonos de joyas. Los suntuosos espacios cuentan con impresionantes muebles tradicionales, techos originales decorados con pan de oro de 23 1⁄4 quilates (se usaron 2,100 libros de pan de oro para vestir los techos de las áreas públicas y las habitaciones), doseles de cama cosidos a mano y baños palaciegos de mármol. Y, por supuesto, tecnología inteligentemente oculta que nos transporta súbitamente desde un Palacio Regency hasta el cuartel principal de James Bond.
Cada espacio integra a la perfección elementos atemporales y bellamente diseñados con las últimas tecnologías de comunicación y sistemas de entretenimiento, lo que garantiza que los huéspedes disfruten de lo mejor del pasado y del presente. Asimismo, pueden gozar de una variedad de servicios de primer nivel, que incluyen un spa y un gimnasio, mayordomos privados (que están de guardia día y noche), y un servicio de chofer que utiliza una flota de 14 autos de lujo, incluido un Rolls Royce Phantom.
Pese a todo lo descrito, The Lanesborough no es tenso ni pom- poso. Y si bien sería una osadía decir que se siente “como estar en casa”, hay algo en su atmósfera que nos hace sentir totalmente a gusto. Quizás el máximo lujo —para quienes amamos el diseño— es el poder vivir el proyecto que marcó una de las empresas finales de Alberto Pinto, y ver cómo su legado sigue vivo en The Lanesborough. Una experiencia que difícilmente podremos olvidar. /
Interiorismo Alberto Pinto.
Arquitectura de restauración ReardonSmith Architects
Por Cristián Gálvez Capstick.
Fotos cortesía The Lanesborough + Oetker Collection