VARNA: El sistema de castas

Originado hace cerca de 2,500 años en el Hinduísmo, este sistema de estratificación social permanece vigente en la India a pesar de estar legalmente prohibido desde hace más de 40 años.


Literalmente, la palabra sánscrita VARNA, significa color, porque desde un inicio los arios que invadieron la India por el norte clasificaron la jerarquía social en base al tono de piel de los habitantes originarios del subcontinente de mayoría negra, de raza drávida, gracias a un texto religioso de los Vedas.

Como en todas las religiones, quienes la crean, dominan. De esta forma, la minoría blanca determinó que los dravidianos negros eran sus enemigos pero como eran superiores en número había que sojuzgarlos espiritualmente. Con el establecimiento de las castas se protegía la inserción de otros estratos de menor rango en las clases superiores ya que se prohibía, y aún persiste esta costumbre, casarse con alguien de una casta inferior.

Los drávidas eran considerados por los arios como subhumanos, espiritualmente impuros y animalizados. Solo a través de la reencarnación y después de una vida de pureza y obediencia las castas inferiores podían aspirar a nacer en otra clase “mejor” y hacerse de una nueva casta en este sistema.

Namuh desde luego posee un sinnúmero de objetos que descienden de las diferentes castas no solamente provenientes de la India, sino también de los lugares en donde permeó este sistema, como Malasia, Nepal y la Isla de Bali. Éstas son cuidadosamente exhibidas en Namuh Los Cabos, CDMX, San Miguel de Allende y próximamente también en Namuh Monterrey.

Esta concepción puede considerarse propia de una cultura lejana, sin embargo en México, durante la colonia, fue establecido un sistema similar de castas promovido por la Corona española y aceptado por la Iglesia católica. Peninsulares, criollos, mestizos, mulatos, sambos e indígenas, en esa preeminencia, era la pirámide jerárquica que permitía el sojuzgamiento social y el aprovechamiento económico de la época.

Se estableció, incluso, el concepto de “limpieza de sangre” para poder ser ordenado sacerdote. Ello implicaba no tener rastros de ascendencia, judía, mora, indígena o negra.

Originalmente las castas en India fueron cuatro, en cuya superioridad se establecieron los propios Brahamanes o sacerdotes, seguidos de los Chatrias que eran los políticos y guerreros, después los Vaishya en donde estaban los comerciantes y artesanos y al final de la escala los Shudras que trabajaban como siervos, esclavos, obreros y campesinos. Pero se estableció también otro orden conocido como Dalits o “intocables”, más pobres, que no alcanzaban siquiera el mínimo nivel para ser considerados como humanos y solo podrían aspirar a obtener un trabajo que nadie quisiera.

Más tarde, las cuatro castas se subdividieron y multiplicaron hasta alcanzar actualmente unas tres mil diferentes clasificaciones vigentes en el sistema social indio, muy importantes para lograr aún hoy los matrimonios arreglados por las familias.

Texto y fotos cortesía NAMUH