TEXTO: ¿Cómo abrazar el futuro sin destruir el pasado? Originalmente construida en una arbolada calle del sector de Bed-Stuy en Brooklyn, en 1889, esta casa adosada de tres pisos fue renovada por el equipo de Co Adaptive Architecture, liderado por Ruth Mandl y Bobby Johnston, para convertirse en una “casa pasiva” certificada, con el objetivo de conservar la mayor parte posible del carácter original del edificio, y al mismo tiempo reducir significativamente su uso de energía operativa. Los padres de Ruth viven en una “casa pasiva” en Austria, por lo que Ruth y Bobby buscaban recrear esta experiencia en su propio hogar. “Somos firmes creyentes en la arquitectura como una práctica colaborativa que se esfuerza por abordar la crisis ambiental en la que nos encontramos”, enfatizan.
Living Room Pero, ¿qué es una casa pasiva? Se trata de un estándar de diseño que puede reducir el uso de energía de calefacción y refrigeración de un edificio en un 80-90%. En esencia, las casas pasivas son una envolvente térmica de alto rendimiento: una cantidad significativa de aislamiento exterior, ventanas de triple acristalamiento y juntas, y un sistema de barrera de aire trabajan para crear ambientes interiores muy cómodos. A diferencia de las casas tradicionales, con envolturas exteriores con corrientes de aire, las casas pasivas utilizan un sistema de ventilación que trae aire fresco que se filtra y se mezcla con el aire acondicionado dentro de la envoltura. Esto da como resultado una calidad superior del aire interior y ambientes muy silenciosos.
El exterior se aisló sustancialmente del interior del edificio y se instalaron nuevas ventanas de triple panel. Las persianas exteriores operables se instalaron detrás de la piedra rojiza existente, lo que les permite desaparecer de la vista cuando estas están abiertas y mitigar el calor solar cuando están cerradas. Juntas, estas intervenciones mantie- nen el edificio fresco con una intervención mecánica mínima, incluso durante los veranos cada vez más calurosos de Nueva York.
Los interiores fueron totalmente demolidos hasta llegar a la estruc- tura del edificio. Se reforzaron las vigas existentes y luego se envolvió el edificio con aislamiento y una membrana hermética. “Estamos atentos a la durabilidad, la salud y la energía incorporada de los materiales para crear edificios que minimicen su huella de carbono y permanezcan en las próximas décadas”, explican. Para preservar el carácter del edificio, los arquitectos eliminaron toda la carpintería ornamentada para su posterior restauración y reinstalación. El yeso se conservó siempre que fue posible, o se inspeccionó y se recreó cuidadosamente.
El gas natural, un recurso no renovable que se usa comúnmente para la calefacción de los hogares del vecindario, se retiró del edificio y se reemplazó con energía solar. Se instaló un panel solar en el techo para compensar la carga eléctrica del edificio, así como la estación de carga de energía para vehículos eléctricos. Todos los nuevos sistemas de plomería, electricidad y ventilación se ubicaron dentro de una columna central interior, desde la cual se ramificó para dar servicio a cada piso. Esta estrategia minimizó las penetraciones en la membrana hermética, que es crítica para mantener el desempeño de una casa pasiva.
Esta reforma ha tomado a los arquitectos una gran dedicación. ¿Cuál es el veredicto después de terminar el trabajo y mudarse? “La vida en la casa es fantástica”, dice Ruth “Hemos restaurado este espacio para que dure por otros 100 años o más”. Nos queda la esperanza de que Ruth y Bobby le den a más propiedades históricas este tratamiento. Mientras tanto, si desea ver cómo es dormir en una casa pasiva, puede alquilar su unidad a nivel del jardín, disponible en Airbnb.
Exterior with owner charging electric car “Somos firmes creyentes en la arquitectura como una práctica colaborativa que se esfuerza por abordar la crisis ambiental en la que nos encontramos”, Co Adaptive Architecture
Arquitectura interior CO Adaptive Architecture
Por Cristián Gálvez Capstick
Fotos Peter Dressel + Emily Gilbert