Ubicado en la planta alta de una casona típica de la colonia, en una interesante zona con variados restaurantes y bares que recrean la cultura oriental, lo que lo ha llamado a ser reconocido como Little Tokyo. La arquitectura y el diseño del espacio corrieron a cargo de Vizcarra Studio, en conjunto con Kobayashi para lograr la ambientación que envuelve a Lazy Susan, una propuesta contemporánea que incluso fusiona singularmente un estilo ecléctico.
Al entrar a Lazy Susan inmediatamente te adentra en un sutil y bien curado ambiente asiático donde la elegancia de lo simple supera las expectativas, es como encontrar una joya en medio de la bulliciosa zona, un espacio que además de contar con una grandiosa oferta gastronómica y singulares cocteles que funcionan perfecto para dar inicio a la experiencia con drinks creados en los 50s y que tomaron fama en las décadas de los 80s y 90s, claro ejemplo podría ser el Miami Vice, mi recomendación en coctelería y para los amantes del vino no hay pierde, su carta de vinos es amplia y refinada.
El restaurante es un ambiente que sin duda se convertirá en el lugar predilecto si lo que deseas es festejar en un lugar único y especial como lo es su icónico espacio privado, el cuál es el responsable del nombre del lugar por el designio de ser una mesa redonda que cuenta con una base giratoria para que todos los invitados puedan acceder a los platillos del centro, misma mesa que esta rodeada de 4 mesas más donde todo se envuelve en un entorno intimo que con tan solo una puerta con de diseño limpio en madera que permite la vista desde el interior al exterior se convierte en el único componente que los separa del resto del lugar.
El concepto de Lazy Susan es la comida chuka, cuyo origen se remonta a mediados del siglo XIX, cuando el puerto de Yokohama, Japón, se abrió al comercio exterior y comenzó a recibir a migrantes chinos que formaron algunos asentamientos donde los comerciantes chinos crearon una comunidad que dió forma al barrio chino más grande de Japón.
El menú de Lazy Susan es una muestra de platillos orientales únicos que son elaborados con insumos frescos importados directamente de China y que al llegar a la cocina del lugar se preparan al fino estilo japonés con la firma de Edo Kobayashi.
Los platillos están a cargo de Shigetoshi “Toshi” Narita, colaborador ya por muchos años de Kobayashi. Nacido en Yokohama, Japón, Toshi aprendió a cocinar en el restaurante de su padre y con el tiempo se especializó en la cocina tradicional japonesa. Llegó a México en 2014 para supervisar Rokai.
La barra, fue para mi el segundo spot favorito dentro del lugar, si bien esta en medio del restaurante no limita la experiencia de privacidad y convivencia que envuelve a todo el lugar. Y es ahí donde ocurre la magia, la cocina es el corazón del sitio lo que permite que tengas una vista que derrite y despierta todos los sentidos. Sin duda el sabor en Lazy Susan no entra solo por la boca, la identidad del restaurante se impregna en cada rincón, en la pasión del chef al preparar los platillos y de la buena energía que emana de todo el personal de servicio.
Por Leonor Torres Sanz
Fotos cortesía de Lazy Susan
Para mayor información y reservas visita www.lazysusan.mx o encuentralos en instagram como @lazysusan.mx