Stefania Roitman es un nombre que escucharemos cada vez con mayor frecuencia, más allá de las plataformas digitales en las que cuenta con más de cuatro millones de seguidores. Su carrera se consolidó en su natal Argentina con programas de televisión juveniles, teatro infantil y participación en campañas publicitarias, y se hizo aún más viral por su matrimonio con el cantante Ricky Montaner. Y hoy, en nuestra primera edición la presentamos como un gran lanzamiento.
“Quiero darme a conocer con más público, picar piedra y que me conozcan en otros mercados, porque soy oriunda de Buenos Aires, Argentina pero tengo el sueño de expandirme y para eso debo viajar y presentarme con quien deba hacerlo. El mudarme a Miami hace tres años, explorar en España y ahora estar en México tocando puertas es lo que me va a llevar a conseguir mis sueños profesionales”.
Empezaste a trabajar como modelo desde muy niña
“La realidad es que el primer trabajo donde hubo pago fue en un comercial de un postre argentino a los 11 años. Pero desde antes ya había hecho publicidad, iba a decenas de castings y no quedaba en ninguno, había hecho comedia musical, tomaba clases de teatro, canto, baile. Era muy niña, pero tenía muy claro qué era lo que necesitaba, aunque no dimensionaba que todos esos pasitos me iban a llevar a enamorarme tanto de esta profesión, ni entendía que sería algo de lo que podría vivir. Eso lo descubrí mucho más grande, después de estudiar la carrera de Economía y de que diferentes circunstancias me fueron llevando por muchísimos caminos para llegar a todo este mundo del entretenimiento”.
Como niña, ¿cómo afrontabas la responsabilidad del trabajo?
“Es que siempre fui una niña muy responsable (risas). Incluso una vez una terapeuta me dijo ‘Stefi tú no tuviste infancia’, ¡obvio no volví más a su consulta! Pero lo que en realidad me quería decir es que siempre fui tan responsable y correcta de niña que todo me lo tomaba muy en serio. Era demasiado perfeccionista, muy autoexigente y es algo de mi personalidad con lo que estoy trabajando hoy. Y sigo siendo de esa manera y esta buenísimo para algunas cosas, pero no para todo”.
¿Cuándo dijiste por primera vez ‘soy famosa’?
“Fue en diferentes momentos, pero la primera vez que sentí un nivel alto de fama tenía 16 o 17 años e hice una publicidad de una marca de chicles y había carteles por todos lados con mi foto besando a un chico, y aunque la gente en la calle no me reconocía, en mi colegio todos me empezaban a mirar. O no sé si todos, pero empecé a sentir que hablaban de mi y fue una sensación muy especial. Y después, cuando me pararon por primera vez en la calle porque me veían en un programa de televisión, me pareció fantástico porque estaba con mis padres y porque mi proyecto estaba funcionando”.
Digamos que por salud mental no ser tan aprehensiva es vital.
“Claro, darle la importancia que se merece al trabajo, pero saber que es parte de la vida, no tu vida. Yo me sentía La Actriz desde los 12 años y aunque fue un amor por el arte desde muy pequeña es la perseverancia y mucho trabajo lo que te lleva a conseguir tus sueños”
Tocas un punto muy importante, como seres humanos a veces somos muy duros con nosotros mismos.
“Te voy a contar una anécdota de mi niñez que ahora me da risa pero es muy fuerte. Tenía cinco años y en el jardín de infantes nos pedían dibujar algo y todo lo que yo dibujaba lo tachaba, decía no y lo tiraba a la basura. La maestra muy sorprendida porque yo era una niña muy bien portada y seriecita no entendía qué pasaba y mandó llamar a mis papás especialmente para hablar de lo que me sucedía, y es que era tan perfeccionista que no me conformaba con nada. Y te juro que mis padres no tenían nada qué ver con eso, tanto mi mami como mi papá son increíbles, amorosos y nunca me exigieron nada en particular. Evidentemente mi madre es así y yo la tomé como ejemplo pero de manera inconsciente y como te digo viene de hace muchos años”.
¿Cómo has acallado esa exigencia interna?
“Estoy mucho mejor que hace algunos años, trabajo mucho eso en terapia, hago coaching y terapias alternativas de energía, además estoy muy conectada con la espiritualidad y con la fe y eso me ayuda mucho. Es importante entender que no somos perfectos, que la perfección no existe, y no estoy hablando de algo físico o estético sino en todo. Querer hacer las cosas perfectas y no tener una falla es imposible y te mata pensar así. Querer trabajar de esa manera es agorador. No puedes siempre estar queriendo cumplir las expectativas de los demás, uno tiene que cumplir con uno mismo y saber que siempre harás lo mejor que puedas. Por eso yo me sigo preparando y estudiando para dar lo mejor de mí, pero sabiendo que la frustración y las equivocaciones me llevarán siempre al siguiente nivel”.
Y que además siempre están presentes
“Claro. Y de verdad creo que son importantes para elevarnos. Equivocarnos y fallar hace que crezcamos y pasemos al siguiente nivel en nuestra vida, porque si no, no aprendemos nada en el camino”.
¿Cómo ha sido dar el salto de figura infantil y juvenil a mujer, ahora casada con un famoso?
“Es bien interesante porque requiere de mucha búsqueda interior. Sinceramente yo siento que tengo el Síndrome de Peter Pan y es interesante batallar con eso. Soy una mujer adulta desde hace rato, tengo responsabilidades de adulto desde hace muchos años y eso hizo que me sintiera mayor incluso siendo muy joven, pero a la vez hay una parte de mí, de mi corazón y espíritu que es de una niña pequeña- Me siento como un infante en muchas cosas e incluso me lo dice mi familia, mi esposo, mis amigas”.
¿Qué rasgos de niña tienes?
“Soy puro corazón, quizás más ingenua, como que me cuesta mucho ver el mal y no soy una persona que pueda hacer daño. Pero a mis 29 años también me empiezo a dar cuenta de que las cosas que me representaban hace 5 o 10 años no son las que me representan hoy. Estoy en constante transformación y encontrándome con otra manera de pensar y de ver la vida, creando mi propia familia con Ricky, con proyectos en conjunto, pensando quién soy pero también quien quiero ser. Porque algo importante es no creer que soy lo que dicen de mí, lo que leo en los portales o en los medios”.
Ese es otro tema complicado, poder manejar que estás en el centro de atención al ser tan mediática…
“Es muy importante estar claro de tus raíces, no olvidar de dónde vienes, pero también tener muy claro hacia donde quieres ir. Y curiosamente eso es lo que a mi más me costó en este paso de ser una niña a ser una mujer. En realidad, solo lo logras con una búsqueda interna muy profunda”.
Nosotros te conocemos por lo que se dice de ti, pero ¿quién eres realmente?
“Si me quisiera presentar diría que soy una persona muy alegre que tiene un alma muy a flor de piel, soy muy sensible, divertida, me encanta pasarla bien, estar con mi familia, cantar, soy amiguera. Veo siempre el lado positivo de todo y eso me ha llevado a donde estoy hoy. Además, soy actriz, conductora, modelo y estoy en constante comunicación con mi comunidad mediante mis redes sociales. Me considero una comunicadora y por ello responsable también de lo que dicen mis seguidores y lo que sienten con cada mensaje. También tengo una familia política, un esposo que es muy famoso y a quien me encanta acompañar porque es realmente increíble”.
Y además estás súper integrada a la familia Montaner.
“¡Sí! Y desde el primer momento que los conocí me sentí en casa. Mis suegros me recibieron con los brazos abiertos. Recuerdo perfecto ese día porque me sentía muy nerviosa pues era muy apresurado, todo fue muy intenso y rápido, y ni siquiera andábamos de novios. Pero como no me gusta ir en contra de lo que siento y en ese momento sentí que era lo que la vida me estaba trayendo, que era lo que Dios tenía preparado para mí, dije voy. Y la segunda vez fue en una Navidad y tampoco éramos novios. Era algo muy íntimo, ahí conocí a hermanos, cuñados, sobrinos y pensé no sé ni qué estoy haciendo, pero siempre sigo mi intuición y tenía una buena corazonada”.
Dicen que siempre sabes cuando es “el bueno”.
“Es cierto. Y hacerle caso a tu intuición es de los mejores consejos que puedo dar. Es difícil darse cuenta cuando es intuición o es miedo, ansiedad o excitación, pero yo si lo sé y le doy mucha importancia. Es algo que sientes en la boca del estómago, en la garganta, hay quien dice que viene de Dios, pero fue algo muy claro para mí. Además, yo traía de mi casa el valor de la familia, de los amigos, de la unión, el respeto y el amor; y la familia de Ricky valora también mucho eso, por ello encajar fue muy natural”.
¿Tu visita a México tiene que ver con proyectos de trabajo?
“Tengo reuniones de trabajo que, si Dios quiere, en corto o mediano plazo darán frutos, pero también para mostrar lo que estoy haciendo. Como actriz se viene un proyecto de cine que estuve esperando por mucho tiempo y que me hará viajar; sigo como embajadora del perfume de Antonio Banderas, en Miami comencé a producir el podcast Pensándolo Bien, Pensábamos mal junto con mi amiga Eliane Galle, que es un espacio personal en el que puedo expresarme sin pena, sin importar lo que dicen los demás. Ponemos sobre la mesa ciertos mandatos o pensamientos o cosas aprendidas que nos han dicho y que hoy no nos hacen bien pues nos dimos cuenta de que no son la única verdad. En cada episodio hablamos de cosas de las que no se dice mucho y me hace mucho bien enfrentarme a esas temáticas porque puedo sacar todo lo que quizás nunca dije. Por otro, como fanática de la moda estoy transformando mi línea de trajes de baño y bikinis My Happy en una comunidad de mujeres para mujeres, para que se sientan representadas y que entiendan que vivimos en un lugar libre, divertido, feliz, y que hay momentos duros y cosas que nos hacen daño, pero que podemos empatizar y unirnos”.
Me encanta eso de una comunidad de mujeres apoyándose, ¿tú has sido bien recibida por las fans de tu marido?
“Aunque hay de todo, la mayoría solo tiene palabras de cariño y buenos comentarios, pero en general yo soy una tipa que ha tenido la suerte y el privilegio de haber tenido siempre mujeres muy saludables y sanas alrededor. No solo en mi familia con mi hermana y mi madre, también mis mejores amigas han sido increíbles, y poder dar ese espacio a mujeres que no lo tuvieron me parece importante”.
¿Hoy cuál es tu mayor sueño?
“No dejar de creer en la niña que es mi motor para no tener miedo de decir yo quiero ser, animarme a soñar y seguir creciendo. No quiero quedarme de brazos cruzados, no quiero irme de este mundo sin cumplir mis sueños y por eso redireccionar mis objetivos es de las cosas más importantes a nivel personal y laboral”
Por Norma Rodríguez.
Fotografía: Paco Gramontti.
Fashion Stylist: Marco Corral.
Asistentes de estilismo: Montserrat Miranda y Alejandra Belmont.
Maquillaje y Peinado: Pedro Audelo.