Este departamento en Ciudad de México luce irrepetible, con una gran propuesta de diseño que va más allá de lo atemporal. Aquí se busca un efecto WOW y se logra con buenos materiales y trazos puntuales
El diseño individual, artesanal, a medida y con un lenguaje propositivo distingue al despacho de arquitectos Sulkin Askenazi. Jóvenes que se atreven y que son visionaros van marcando tendencia y sorprenden con su propuesta única y elegante. Jack Sulkin y Gabriel Askenazi nos presentan una de sus últimas obras, a la que han titulado Tiara.
Se trata del diseño interior y la decoración de un departamento en ciudad de México en el cual se disfruta de una atmósfera fresca, juvenil, luminosa, colorida y abierta hacia la ciudad. Su diseño es lineal y franco, y permite resaltar las obras de arte desde diferentes ángulos del proyecto. Este departamento integra su área social a través de una estancia luminosa, la cual comparte espacio con la sala, el comedor, la cocina, el vestíbulo y el bar; se trata de un departamento muy actual que sigue la tendencia de integrar ambientes.
El manejo del color ha sido cuidadosamente pensado para este lugar, optando por utilizar una paleta de gris, marrón y verde, con toques rojizos, creando un efecto mixto donde coexisten diferentes volúmenes de mármol grisáceo y concreto pulido, algunos con formas geométricas atípicas, y un muro de espejos que acompaña la zona de la barra, cuyo propósito es ampliar visualmente el espacio.
El concepto de volumen se presenta con una limpieza exquisita y se enfatiza con el uso de puertas ocultas para crear una elegante continuidad material en cada elemento. Una de las características de los diseños de esta firma es su buen gusto en los todos los detalles. Los toques importantes se notan en los plafones, desde los cuales cuelgan lámparas extraordinarias que dan luz puntual a cada zona del departamento. Incluso las costuras de los textiles fueron premeditadas para lograr continuidad en el diseño, incluso el brillo del cristal de las luminarias llega a un sitio especifico totalmente planeado para coincidir.
El delicado mármol y el piso de madera reflejan discretamente el brillo natural que entra por los ventanales, el color verde olivo del sofá y el tono rojo en las sillas, junto la alfombra gris en diferentes matices, refrescan la monocromía de este lugar. El diseño del comedor, consiste en un juego de sillas en tonalidades ligeramente grises, alrededor de una mesa de piedra plana y gruesa, acompañado de un muro con textura lineal, y coronada por un maravillosa y dominante pieza artista con diferentes realces y gradaciones dando un aspecto de mayor superficie interior y mucha claridad.
La pieza escultórica que se encuentra en el vestíbulo da acceso y se convierte en una parte importante dentro del hogar; fue creada a partir de tubos metálicos con variante en los diámetros de cada uno y que a su vez sostienen el trinche de mármol que acompaña al comedor, creando de este mueble una verdadera pieza valiosa dentro de este proyecto.
Crear piezas exclusivas para cada proyecto residencial se ha convertido en un común denominador de la firma de los arquitectos. Entre los espejos y las luminarias colgantes sobre el comedor, los reflejos conforman un diseño elegante y sofisticado, convirtiéndose en el lienzo sobre el cual destacan los acentos en diseños más audaces que los estampados en la losa y el marmoleado de las sillas. Sin dudarlo, podemos atestiguar que Jack Sulkin y Gabriel Askenazi diseñan de manera particular para lograr que sus clientes se sorprendan y vivan su estilo de vida de forma confortable y atrevida.
Arquitectura interior de Sulkin Askenazi
Por Fernanda Gordillo Estrada
Fotos de Alejandro X.García S / León García Echeagaray @1122_estudio