En la Ciudad de México un proyecto residencial ecléctico, contemporáneo y sofisticado a la vez. Con acentos de color y una vista espectacular directa hacia el bosque, la arquitectura le hace justicia a una casa que renació a lo grande.
Las oportunidades que existen en la arquitectura son interminables. Si bien hay tanto que explorar en cuanto a materiales y creación de formas, una remodelación tiene su propio carácter y dificultad. El arquitecto Federico Gómez Crespo le dio una nueva vida a una vivienda en la Ciudad de México con un estilo californiano y la transformó en una casa sumamente contemporánea al hacer una extensa renovación en dónde la estructura y el estilo original se adaptaron a un estilo totalmente actual que en forma y función es innovador con un aire sofisticado y atrevido a la vez, sin dejar la calidez de un hogar familiar.
El programa arquitectónico se divide en cuatro plantas en dónde se mezclan áreas sociales y privadas. Al comenzar su recorrido de abajo hacia arriba, el cuarto piso tiene una entrada directa hacia al exterior con la finalidad de mantener la privacidad del resto de la casa ya que esta planta está dedicada a ser un área social. En el siguiente piso y la tercera planta de la vivienda, se hicieron grandes cambios al alterar el espacio en dónde se encontraban tres reducidas habitaciones y se crearon dos con una razonable amplitud cada una con su propio baño y vestidor, unidas por un family o sala de tele.
El segundo piso, el menos modificado de la estructura original es en dónde se distribuyen la cocina, la sala, el comedor y una pequeña terraza. Y, por último, en el piso más alto de la residencia se encuentra un sueño de habitación con una pequeña sala de tele, un gran closet y un baño de lujo.
El diseño de interiores de la casa es un balance de acentos de color y una paleta neutra que se incorpora a la paleta de materiales limitada a piedra caliza, madera de nogal en los muros y roble en el piso que van del exterior al interior con la finalidad de crear un diálogo y se perdiera el límite entre el entorno y la arquitectura y que al mismo tiempo se creara un juego con la iluminación natural al bañar toda la residencia y utilizar los elementos arquitectónicos en todo sentido posible como el cubo de la escalera que recorre las cuatro plantas lo que permite la entrada de luz natural a lo largo de todo el día, así como los grandes ventanales que van de piso a techo que también se pensaron específicamente para poder aprovechar las vistas directas del bosque e integrarlo al proyecto.
El mobiliario y el diseño de interiores que se seleccionó en colaboración con Paola Aboumbrad es una combinación de distintas firmas mexicanas e internacionales curadas y elegidas especialmente para cubrir las necesidades de los usuarios de la residencia.
Es sin duda una residencia que encuentra la mejor manera de aprovechar el espacio y respetar cada área con su propio carácter que no deja de tener un hilo conductor impregnado en cada uno de los rincones de la casa envuelta en naturaleza con un carácter elegante y funcional para la vida cotidiana ideal para vivirla y disfrutarla en todo sentido.
Arquitectura Gómez Crespo Arquitectos + Interiorismo Paola Aboumbrad + Paisajismo Pedro Sánchez + Construcción Gaxiola Arquitectos
Por Yarin Miranda Robles
Fotos Alfonso de Béjar