Casa Basalta es una representación del arte contemporáneo que ofrece un patrón simbólico adaptable y susceptible para ser recreado en un amplio abanico de disciplinas creativas. Es un espacio icónico, en la colonia Roma, en Ciudad de México.
Casa Basalta es una elegante casona de estilo porfiriano, que tiene un importante compromiso con la expresión artística, y se ha convertido en un punto significativo del arte contemporáneo; en este majestuoso espacio se pueden apreciar piezas y obras únicas que salen de cualquier idea habitual, convirtiendo este sitio en un proyecto totalmente multidisciplinario. Este espacio impulsa y posibilita que artistas de todo el mundo exhiban su obra públicamente.
En Casa Basalta se puede apreciar la fusión perfecta entre arquitectura y paisaje, materiales y naturaleza, cada uno perfectamente incorporado y asociado, causando grandes impresiones a quienes visitan la casona.
El proyecto arquitectónico de restauración y adaptación de esta propiedad, que data de 1910, estuvo a cargo del arquitecto Rodrigo García Lastra. El recorrido inicia en el patio, donde se tiene un muro gris oscuro, que se ha sido enmarcado con jardineras colgantes. El tabique de recinto con el que se creo este muro protagónico está inspirado en revivir las construcciones prehispánicas en un contexto contemporáneo. El muro está hecho de tabiques de polvo de recinto, lo que hace que el color sea singular, incluso toma distintas tonalidades dependiendo la luz natural, o volviéndose de casi negro cuando llueve.
El esquema de diseño es interesante, e implica una construcción y edificación coetánea como el modelo de una bella escalera hecha de madera tzalam alrededor de un gran árbol y otra escalera más con una perfecta e inmensa forma de caracol hecha de mármol y acero totalmente creada a mano.
La forma de la casa hace posibles sugerencias significativas tan plurales, radicando en la propia forma de la casa que, en cada una de sus concreciones, genera una dialéctica entre un afuera y un adentro. Este lugar igualmente está planeado para ser el espacio de restaurantes, pues cada uno de las zonas y habitaciones de Casa Basalta están pensadas para albergar propuestas, eventos y personajes importantes, como la exposición de obras de artistas emergentes nacionales y extranjeros con diferentes disciplinas.
Por otro lado, más allá de esta versatilidad en el plano de la representación visual, la indagación que se propone en Casa Basalta es ofrecer un modelo adaptable y susceptible, desarrollado un amplísimo abanico de prácticas creativas. Esta casa no deja de impresionar y enamorar a cada persona que acude a ella por su acertada unificación entre la arquitectura, la historia, la gastronomía, los espacios y la vida.
“El proyecto tuvo un grado complicado de desarrollo, cuando tomas una casa con tanto tiempo de antigüedad tienes el compromiso de rescatar lo más que se pueda en un ejercicio de restauración. Sin embargo, había partes de la casa en ruinas, lo que complica notablemente el poryecto. A esto le puedes sumar que la casa estaba hundida, por lo que se tuvo que que hacer un trabajo de cimentación, además de reemplazar todas las losas que ya estaban colapsadas. Desde luego que parte indispensable del poryecto es restaurar todo lo que conlleva un valor histórico, así que se montó un taller in situ para hacer moldes de todo y reponer las partes faltantes”, explica el arquitecto Rodrigo García Lastra.
A lo largo de los años, Casa Basalta ha sido testigo histórico del desarrollo del arte y diseño de la Ciudad de México. Habiéndose afirmado y adaptado al mismo contexto que requiere el desarrollo social, con detalles que no dejan de sorprender, mostrando increíblemente el perfeccionismo, la excelencia y el gusto arquitectónico de la colonia Roma con un concepto atractivo visualmente, el cual completa una experiencia de arte contemporáneo.
Arquitectura de Rodrigo García Lastra
Por Fernanda Gordillo Estrada
Fotos Cortesía Casa Basalta