OCTOTHORPE HOUSE se asienta sobre una parcela cubierta de artemisa, maleza amarga y enebros, el sitio de un bosque perdido por un incendio forestal hace dos décadas. Los bosques de pino ponderosa se pueden ver a la distancia a medida que la tierra árida del desierto alto se convierte en una vegetación más exuberante. Estamos en Bend, una pequeña ciudad al sureste de Portland, Oregon.
Durante años, Mike y Katherine —los clientes— habían considerado mudarse de la ciudad para permitir que su hijo pequeño disfrutara de una vida más centrada en el aire libre. Tenían pocas solicitudes para su nuevo hogar: específicamente, que fuera ambientalmente progresista y ofreciera un alto nivel de flexibilidad dentro del paisaje desértico. Necesitaban dos dormitorios para ellos y su hijo y dos dormitorios de invitados; además, para optimizar la superficie con un presupuesto ajustado, requerían espacios dinámicos para usos flexibles.
Los arquitectos emplearon CLT (madera laminada cruzada), un método de construcción ambientalmente sostenible y tecnológicamente avanzado. “Los clientes acudieron a nosotros con la idea de construir una de las primeras viviendas CLT fabricadas en Estados Unidos.
Se inspiraron en el prometedor potencial de este sistema y, en particular, en el factor de sostenibilidad de erigir un edificio de madera para crear un banco de carbono. Como suele ocurrir con la adopción temprana de nuevas tecnologías, la curva de aprendizaje para implementar una tecnología nueva y extranjera requirió tiempo y esfuerzo. El entusiasmo y la determinación de los clientes, por ser precursores, realmente impulsaron el proyecto, que resultó ejemplar en muchos sentidos”, explica el arquitecto Casper Mork-Ulnes.
Con una extensión de 310 metros cuadrados, la vivienda de un solo piso revela un ingenioso diseño de planta. Cuatro barras con techo de cobertizo que se cruzan dividen el plan en áreas públicas y privadas, con un patio completamente cerrado al centro del edificio y siete semicerrados en su perímetro para traer luz y aire a cada habitación.
El plan entrecruza- do también se presta al movimiento de aire con ventilación cruzada, lo que brinda alivio en los días calurosos. Además, integra persianas solares ocultas operables para proteger las habitaciones orientadas al sur del intenso sol del desierto.
Los patios central y perimetral enmarcan las vistas del cielo, al tiempo que aportan abundante luz natural al interior y proporcionan una ventilación óptima. Durante la primavera, el verano y el otoño, el espacio habitable se expande hacia los patios. Cuando las puertas correderas están abiertas, la casa es completamente porosa, llena de un flujo ininterrumpido de olores y sonidos que viajan desde el exterior. Durante el invierno, la calefacción pasiva viaja a través de las ventanas del piso al techo y, aunque está aislada de su entorno, la residencia mejora la sensación de estar al aire libre mientras se está adentro.
La cualidad más llamativa de la casa, aunque efímera, es la sensación inmaterial de libertad. /
Arquitectura Mork-Ulnes Architects
Por Cristián Gálvez Capstick. Fotos Jeremy Bittermann / JBSA