EL VIBRANTE INTERIOR DE FILO, un nuevo espacio culinario de fusión mexicano-libanesa ubicado en Torreón, Coahuila, es un reflejo de las nuevas tendencias. La arquitectura interior, el mobi- liario, el merchandising y la identidad visual del restaurante de 210 metros cuadrados fueron diseñados por MYT+GLVDK.
Una mezcla ecléctica de colores y formas curvas suaves ocupan el espacio, inspirándose en colores y texturas característicos de la comida libanesa. El concepto de diseño se basa principalmente en la nostalgia de los años 90 —principalmente en el estilo Memphis (fundado por Ettore Sottsass)—, e incorpora los patrones geométri- cos de los mosaicos y las celosías característicos del estilo oriental. A ello se suma el empleo de colores brillantes y formas geométricas con elementos arquitectónicos y de diseño que combinan las tra- diciones del Medio Oriente con un inesperado acento mexicano.
Para Filo, los arquitectos Andrés Mier y Terán y Regina Galvan- duque desarrollaron un concepto integral que surge de la idea de fusionar lo conocido con lo desconocido. El resultado es un espa- cio inédito que evoca las texturas y el colorido de los ingredientes fundamentales de las recetas libanesas —como la pasta filo, que da nombre al restaurante— y los matices que se perciben en el aceite de olivo, los pistaches, el agua de rosa de Damasco, los higos, el zuma- que y la pimienta, esta última parte del baharat o siete especias.
La arquitectura interior de Filo se articula con elementos contundentes que definen la atmósfera del salón y la terraza. Una amplia barra de ónix es la característica central del área interior que, a un lado, alberga un bar de cocteles y, al otro, una zona de comida para llevar y venta minorista de conservas y mermeladas, vino, cerveza, aperitivos, productos recién horneados y dulces libaneses. Al fondo del salón se encuentra el acceso a la terraza, que ha sido concebida para disfrutar de las temperaturas cálidas de la ciudad mientras se fomenta la convivencia durante la hora del aperitivo con su carta de coctelería.
La cocina abierta es un punto preponderante en la experiencia, pues el comensal puede observar la elaboración de los alimentos y apreciar los procesos tradicionales. En sus recetas, la fusión se degusta en originales platillos, como los pitaquiles o el tabbule con aguacate, almendra y piñones. La pasta filo, protagonista en petit four salados y en los dulces libaneses, inspiró las formas de las luminarias y el mobiliario, que integran funcionalidad y confort con la sutileza de sus curvas. Los acabados en metal electropinta- do y telas en tonalidades pastel acentúan su particular estilo, que evoca las delicias de una confitería.
Este proyecto, impulsado por un grupo de emprendedoras mexicanas de ascendencia libanesa, nace como un homenaje a los platillos fundamentales, como el mezze, que se disfrutan en la calidez del hogar y que son parte de la herencia que las mujeres transmiten de generación en generación en las cocinas, a través de la preparación del hummus, el falafel, el kippe, el musakhan y el tabbule, por mencionar algunos. Este emprendimiento impulsado por mujeres propone un nuevo capítulo y una experiencia vitalista en torno a la culinaria libanesa.
Diseño interior MYT + GLVDK.
Por Alfredo Marchant. Fotos Fiamma Piacenteni