Sofía Aspe rediseña su primer proyecto. Después de ocho años deja claro que las tendencias desaparecen, pero el estilo es eterno.
Nos encontramos de nueva cuenta donde todo comenzó, donde la diseñadora de interiores Sofía Aspe animada por su primer cliente re-imagino el departamento de un hombre que estaba cambiando de vida, y quien tenía la intención de crear un refugio personal, que no siguiera una tendencia, que estuviera creado con una visión nueva de lo que es el interiorismo, pero que tuviera estilo.
Sofía no había trabajado formalmente como diseñadora de interiores, aunque sus casas siempre han estado decoradas por su mano. Su cliente tuvo plena confianza en lo que podría crear Sofía y el resultado en ese entonces fue sensacional. Recuerdo que lo publiqué hace casi nueve años a petición de mi entonces jefa, la CEO de la compañía para la que trabajaba, me dijo “tienes que ver el departamento que acaba de terminar Sofía Aspe, no es compromiso y no se publica si no te gusta”. Se me erizaron las pestañas porque no conocía ni había visto nada de la señora Aspe. Pero Eva Hughes, otrora directora de Vogue siempre ha tenido un ojo talentoso y entrenado. Así fue como conocí a Sofía y el primer trabajo que hizo, que sí me gusto y que publicamos en marzo de 2013.
Desde entonces, ya con un despacho en forma Sofía ha creado más de 100 proyectos de interiorismo para residencias, hoteles, boutiques y oficinas. Publicó su libro Sofía Aspe interiorismo con Ediciones El Viso en 2017 y este año lanzará su segundo libro con más de 20 proyectos editado por Rizzoli. La diseñadora es un referente del diseño de interiores. Y su despacho, integrado únicamente por mujeres profesionistas, se ha convertido en una firma multidisciplinaria que tiene presencia en México, Estados Unidos y España.
Su cliente es un apasionado del arte y posee una colección muy interesante, que va incrementando e incluso cambiando. El dueño de este hogar es un anfitrión nato, “podemos decir profesional”. Le gusta recibir amigos y compartir, es buen conversador. Así que el concepto de su casa es de puertas abiertas y todos los espacios son realmente utilizados; el comedor, el antecomedor y la cava, incluso tiene dos salas.
“Este es un proyecto especial para mí, porque fue el primero que se publicó y por la confianza que el cliente depositó en mí, además me impulso para crecer en esta profesión. Hemos regresado después de ocho años para actualizarlo, cambiamos, pisos lambrines, piezas de mobiliario, tapizamos muebles, colgamos arte, cambiamos colores y fotografiamos. Fue un proceso significativo y hemos quedado satisfechos. A veces el proyecto de interiorismo se dicta a partir de una colección de arte o una pieza, en otras tiene que ver las aficiones de los clientes y su estilo de vida. Aquí sin duda ha sido la colección de arte del cliente y su gusto por recibir personas”.
Las áreas públicas están llenas de carácter, tonalidades y texturas, mientras que las áreas privadas son espacios más suaves en color, para lograr un oasis para quienes viven en lugares como CDMX. Sofía nos cuenta que cada proyecto es el resultado de una planeación rigurosa y la búsqueda por hacer lo que a su equipo le apasiona: la creación de espacios únicos, colmados de carácter y atemporalidad.
Diseño interior de Sofía Aspe Interiorismo
Texto de David Solís
Fotos de César Béjar