EN LA CAPITAL ESPAÑOLA ES COMÚN ENCONTRARSE con espacios sofisticados. La historia que recorre sus calles la colma de riqueza cultural, diseño, arte y tesoros que se encuentran detrás de sus puertas en edificios preciosos. Este departamento diseñado por Sofía Aspe Interiorismo es, precisamente, uno de ellos.
Con una ubicación privilegiada, frente al Parque del Retiro, con vistas a la Puerta de Alcalá, fue la primera de las cinco viviendas diseñadas y ejecutadas en España por la diseñadora mexicana. Con un proyecto inmaculado de alta gama, una selección de muebles exquisita y una curaduría de arte que grita valor, color y sabor, esta residencia de una planta de alrededor de 400 metros cuadrados cuenta con cinco recámaras, una magnífica terraza con un comedor exterior con área de asador y una sala ideal para propiciar la convivencia familiar y con amigos, además de una maravillosa cocina, comedor y sala interiores, biblioteca y bar.
La cocina, diseñada para mantenerse siempre a la vista, está hecha con paneles de madera con el fin de que los electrodomésticos se mantengan ocultos. Cuenta con fondo del backsplash en espejo ahumado y una base de mármol Rosso Lepanto con luminarias en latón. Esta área se funde sutilmente con el comedor, en donde una mesa de vidrio ahumado de Molteni con sillas de piel y un candil excepcional de Larose Guyon dan la bienvenida a la sala, en donde el gran protagonista es nada menos que un óleo del pintor mexicano Diego Rivera, a partir del cual se seleccionaron todos los colores de los acabados y las telas del resto del piso.
Las imponentes vistas del parque, así como del Paseo de Recoletos, se asoman desde la terraza y la luz natural atraviesa las ventanas para inundar la casa de una iluminación tenue y armoniosa. La paleta de color, que respeta tanto el diseño como el arte, tiene como base tonos neutros con acentos en rojo y gris, lo que conforma una estética atrevida sin dejar ir la sofisticación en ningún momento.
El arte de la vivienda es expresivo y atinado, con una mezcla de lo moderno y lo contemporáneo, que incluye piezas de grandes artistas mexicanos como Diego Rivera, Gabriel de la Mora y Sergio Hernández. Por otro lado, el mobiliario otorga funcionalidad y elegancia, con muebles de marcas italianas y europeas en comunión con acabados más clásicos y tradicionales como los lambrines de madera con molduras y los pisos de madera en roble. Aunque existen otros elementos más señoriales, el espacio se siente actual y depurado en todo momento.
El trabajo de Sofía Aspe Interiorismo es conocido por su delicadeza y por mantener una continuidad en todo el proyecto, así como una gran atención por los pequeños detalles. En esta residencia, el baño de visitas es un sitio muy planeado y ad hoc con el resto del diseño de interiores. En él, un sobrio papel tapiz de piel que viste los muros, la duela en el plafón y el suelo conceden el protagonismo a un imponente lavabo escultural hecho a base de mármol Portoro.
En las habitaciones, por su parte, se percibe una estética de hotel boutique. Están vestidas con elementos simples para cumplir con el objetivo del diseño, el cual buscaba que la mezcla de textiles en tonos grises, en contraste con el blanco de los muros y la ropa de cama, mantuvieran el espacio como un santuario de descanso sin distracciones. Gran parte del mobiliario de las recámaras, como las literas, las cortinas y los blancos bordados, fueron hechos en México y exportados a España.
La elegancia es un concepto en constante evolución, una palabra casi polisémica, ya que su significado varía en cada sociedad. Sin embargo, más allá de las diferencias culturales, hoy existe una tendencia general en el diseño: la búsqueda incesante de la funcionalidad o, en otras palabras, la capacidad de satisfacer una necesidad de la manera más eficiente y eficaz posible. Sofía Aspe se ha convertido en maestra en lograrlo al crear espacios dentro y fuera de México que se convierten en objetos de deseo. Sus proyectos son excepcionales, siempre versátiles, siempre con su nombre impreso.
Diseño Interior Sofía Aspe Interiorismo.
Por Yarin Miranda Robles.
Fotos César Béjar