Desde los años 40´s, la luz natural fue obviada y poco considerada, sin embargo, hoy en día, cada vez más proyectos toman como inspiración  la luz y con ese “trabajo de luz” orientan la ambientación interior y la arquitectura en sensaciones únicas, trastocando formas, modelando espacios y consiguiendo efectos distintos según el diario trayecto este/oeste del sol y en las variantes de su órbita anual.

La luz se ha convertido en el alma del diseño de la arquitectura y tiene el poder de modificar la percepción visual y espacial de cualquier sitio y de resaltar colores, formas, texturas y de transformar los espacios.

La iluminación es un valor emocional que el arquitecto le adiciona a su obra; es un equilibrio entre exterior e interior cuyo juego de sombras enfatizan la luz y que, por otro lado, otorgan al proyecto toques dramáticos y misteriosos.  

Jean Nouvel y su Museo del Louvre de Abu Dhabi, Tadeo Ando con la Iglesia de la Cruz de Luz y Manuel Cervantes con su proyecto de Seis Cajas de Luz en San Miguel de Allende para NAMUH, son tres maestros contemporáneos que ejemplifican la maestría en el manejo de la luz en la arquitectura.

Por Cecilio Garza / NAMUH