Inspirada en el arte y el mundo cotidiano, la joyería de Alejandra de Coss resulta una clara imagen de elegancia con alma contemporánea.
La joyería consiste en artículos decorativos que se utilizan para adorno personal, aunque cada persona que las usa les da un valor diferente. El diseño, producción y la inspiración detrás de cada pieza es personal y representa una visión. Por esta razón, la joyería de autor le da un valor agregado a cada pieza dándole una personalidad inigualable.
Pocas veces es tan fácil u orgánico, como respirar, saber lo que queremos hacer en la vida. Para la diseñadora Alejandra de Coss, fue desde temprana edad cuando comenzó a diseñar vestidos; tiempo después comenzó con la experimentación en piezas de joyería. Ahora su portafolio incluye joyería, ropa a la medida, ropa de novia y prêt-à-porter.
Para cada colección, pieza o prenda, Alejandra encuentra inspiración en el arte. Con el ADN de la marca perfectamente bien grabado, logra transmitir su visión y una conexión con quien lo ve sus productos. En cuanto a sus piezas de joyería, la diseñadora trabaja con joyeros tradicionales independientes para cada colección que proyecta. Cada una de ellas es exclusiva e irrepetible, ya que hace producciones limitadas con un planteamiento socialmente responsable. Cada pieza está hecha a mano localmente.
Los principales objetivos de la marca se basan en contar una historia detrás de cada pieza y conectarlas con sus clientes, con el fin de crear un vínculo entre sí y los valores de la marca, así como generar empleos locales para ser parte de un cambio entre los creadores, clientes y artesanos.
El origen y la raíz de la marca llevan el nombre de México con la cabeza en alto, pero es esta visión, la cual La marca está dirigida a una mujer moderna, artística y sofisticada. Así es la esencia de su diseñadora, quien explica que logra su diseño de forma natural, con una inmensa curiosidad por lo que sucede en su entorno y manteniéndose abierta a cualquier cambio o transformación que la vida le presente.
Por Yarin Miranda Robles
Fotos Lidia Estepa y cortesía de Ale de Coss