Las sinergias artísticas son una de las inumerables virtudes de Audemars Piguet Contemporary. En esta ocasión, ha convocado al artista Andreas Angelidakis, un arquitecto de formación que se denomina a sí mismo como ‘el que no hace edificios’ y, en cambio, hace esculturas gigantes de espuma, reinos digitales y objetos intrigantes que comentan sobre la memoria, la sociedad, el consumismo y otros temas masivos. Mitad griego y mitad noruego, el artista, por encargo de Audemars Piguet Contemporary ha creado una nueva obra inmersiva a gran escala, una propuesta transformadora de la cúpula interior del histórico edificio conocido como Espace Niemeyer en París.
La instalación, ‘Center for the Critical Appreciation of Antiquity’ se presentó a lo largo del mes de octubre de este año como la primera exposición en solitario en París y el primer encargo de la Maison expuesto en la ciudad de la luz.
Descrita como la instalación más ambiciosa de Angelidakis hasta la fecha. Bajo la impactante cúpula del Espace Niemeyer, la instalación multicapa adopta la forma de un centro de estudio de la antigüedad y la urbe moderna con un compendio de esculturas, muebles, vídeos y composiciones a base de columnas, ruinas, libros y bastidas, todo ello a diferentes alturas y elaborado con materiales cotidianos. La instalación entabla un diálogo intencionado con la arquitectura moderna del Espace Niemeyer, uno de los diseños más laureados del famoso arquitecto brasileño Oscar Niemeyer en Europa.
De carácter inmersivo, el encargo combina la extensa investigación de Angelidakis con la percepción de la cultura griega antigua mediante la mirada actual desde universos como la arquitectura, la arqueología, la cultura pop y el turismo de masas. Con el templo de Zeus Olímpico de Atenas como punto de partida, la obra explora diversos elementos arquitectónicos, desde las ruinas hasta el trabajo de restauración de estas. Esta animada, contemplativa y de cierto modo lúdica instalación, pretende, como suele hacer el trabajo de Angelidakis, existir en un centro social interactivo donde los visitantes puedan contemplar una serie de temas en torno a la relevancia de la antigüedad en el presente. La obra adapta una estética clara que conlleva materiales cotidianos como los andamios y estampados textiles. La atención al detalle y el diseño del artista se aprecian en todos los aspectos de la instalación. En la columna central, una tela estampada con una columna jónica monumental está suspendida de un andamio coronada con la imagen de un contenedor, en alusión a los monjes del siglo XIX quienes vivían aislados en una cabaña erigida sobre la columna del templo de Zeus Olímpico para estar más cerca de un ser superior.
Por otro lado, las tolvas de construcción amarillas que recorren la columna son un guiño a Atenas y su paisaje en un cambio constante, buscan crear impacto de la proliferación de los alquileres turísticos actuales. Junto a la columna central se encuentra un contenedor de transporte moderno, hecho de madera y tejidos estampados, está llena de esculturas impresas en 3D, como una exposición dentro de la exposición, en referencia a las tiendas turísticas en los centros arqueológicos. Alrededor de la columna central y el contenedor, ‘Center for the Critical Appreciation of Antiquity’ completa su propuesta de centro de estudio con una mezcla de esculturas, muebles y libros de gran tamaño para que los visitantes puedan tocarlos, moverlos e interactuar con ellos. Las páginas de los libros se pueden pasar y usar a modo de sillones, y en contraste, los sillones de la muestra pueden apilarse.
El encargo por Audemars Piguet Contemporary es la continuación del trabajo del artista en torno al concepto de ‘soft ruins’ el cual continúa en exploración desde hace casi veinte años. Angelidakis invita al público a hacer suya la instalación para finalmente contradecir la idea tradicional de que el arte no debe tocarse y solo contemplarse.
Por Yarin Miranda Robles
Fotos Cortesía de Audemars Piguet Contemporary