Para celebrar el 85 cumpleaños de Philippe Stern, presidente de la Manufactura de 1993 a 2009, y actual presidente de honor, Patek Philippe ha desarrollado un nuevo y llamativo reloj con repetición de minutos y alarma, que toca la hora programada en los dos timbres del mecanismo de repetición.
Esta serie limitada de 30 ejemplares, equipada con un nuevo movimiento exclusivo que nunca se volverá a utilizar, también se distingue por su caja estilo Officier de platino y su esfera en esmalte Grand Feu negro, con un retrato de Philippe Stern en pintura miniatura, esmalte blanco y gris.
La elección recayó naturalmente en una repetición de minutos, la complicación favorita de Philippe Stern, combinada con una función sonora exclusiva: una alarma que toca la hora programada.
Este sofisticado mecanismo fue una de las cinco funciones sonoras y dos primicias mundiales patentadas desveladas en 2014, con motivo del 175.° aniversario de la Manufactura, en el Grandmaster Chime referencia 5175, el reloj de pulsera más complicado de Patek Philippe (20 complicaciones), equipado con el calibre de cuerda manual 300 «GS AL 36-750 QIS FUS IRM» .
Retomar esta función de alarma horaria programada e integrarla en el emblemático calibre R 27 resultó ser una tarea sumamente compleja. El desarrollo del nuevo calibre automático R AL 27 PS exigió a los ingenieros de Patek Philippe repensar en profundidad el mecanismo de repetición de minutos para integrar la alarma.
El reto consistía en crear un reloj que hiciera sonar la repetición de minutos y la alarma en los mismos dos timbres clásicos, conservando al mismo tiempo el sistema de cerrojito, alojado en el lado izquierdo de la caja, detalle visual distintivo de los repetidores de minutos Patek Philippe.
Para lograrlo, el movimiento, después de la activación del cerrojito, debía ser capaz tanto de tocar instantáneamente la hora mostrada en la esfera como de detener el mecanismo de sonería hasta que la hora mostrada correspondiera a la hora programada.
El homenaje a Philippe Stern continúa en la esfera de oro de 18 quilates con su retrato en pintura miniatura, en esmalte blanco y gris, sobre un fondo de esmalte Grand Feu negro. Un pequeño retrato dibujado pacientemente, toque a toque, fruto de una de las mejores maestrías artesanales que el presidente de honor de la Manufactura quiso perpetuar.
El paso del tiempo se indica de manera elegante con los números aplicados y las agujas de horas/minutos tipo Breguet de oro blanco, que contrastan con el oro rosa de la aguja y la escala de la alarma.
Fotos cortesía Patek Philippe