La Maison italiana Fendi abre su primera boutique insignia en Sydney en el exclusivo edificio histórico del Queen´s Club Heritage, el distrito financiero de la ciudad. Un oasis lleno de artesanía, innovación y estilo.
Fendi APUESTA por EL REGRESO A LA NORMALIDAD. Con una nueva y elegante boutique insignia que acaba de abrir sus puertas en Sydney -la capital australiana del comercio minorista de lujo- presenta sus colecciones en un espacio que refleja el ADN de la Maison, enalteciendo los exquisitos elementos creativos y de diseño distintivos de la firma. Ya desde el exterior, las paredes doradas y las luces cálidas atraen la atención hacia los grandes ventanales que muestran la hermosa opulencia de las últimas colecciones.
Dentro de la boutique, la estética es notable. La suave combinación de colores complementa los productos expuestos con aplomo, y la planta baja de la tienda alberga patrones diagonales de visón multicolor inspirados en la piel de Astuccio. Los suelos y columnas de mármol combinan la historia del edificio del Queen’s Club con los tonos champán, oro y platino e iluminación LED propios de la marca. En cada paso dentro de la espléndida tienda nos sorprenden pisos y columnas de mármol italiano, vigas doradas de luz cálida, acabados de metal y entradas grandiosas.
Instalado en el edificio histórico del Queen’s Club, que data de 1912 (cuando era un club de miembros privado) y frente a Hyde Park, anuncia sus intenciones antes de que uno tenga la oportunidad de entrar, con su exquisita fachada de vidrio lacado en oro y champán metalizado. Un toldo en voladizo está destinado a reflejar específicamente los hábitos particulares del sol de Sydney, mientras que las luces LED lineales brindan el deslumbramiento por la noche.
El diseño está inspirado en la energética y versátil ciudad, al mismo tiempo que reinterpreta los códigos de la marca: el motivo Pequin. Este patrón de rayas se deja ver desde el toldo en voladizo con paneles de vidrio pulidos y satinados alternados por luces LED lineales hecho y diseñado exclusivamente para la firma.
Justo adentro hay una exhibición en el Cubo Mágico, una verdadera escultura que alberga los icónicos bolsos Peekaboo de Fendi, para los cuales la casa de moda italiana reclutó recientemente a la actriz australiana / británica Naomi Watts para protagonizar un cortometraje especial de campaña. En total, son 255 metros cuadrados de colecciones de prêt-à-porter, accesorios y artículos de cuero que parecen estar pidiendo que los lleven a una noche glamorosa… del tipo que no hemos experimentado en más de un año.
Dentro de la tienda se crea una atmósfera de fantasía donde los motivos de estuco marfil recrean el icónico logo FF de Fendi diseñado por Karl Lagerfield en los años 80, estableciendo un fondo para las selecciones de productos. Al recorrer las dos primeras áreas de la boutique se distingue el mármol italiano Arabescato Vagli que evoca la arquitectura característica de las iglesias romanas y que se extiende por los pisos y columnas que conciben un majestuoso espacio. Para los clientes VIP, se puede acceder a un salón privado que está directamente conectado con el área de prêt-à-porter femenino, que toma como inspiración el estilo Art Nouveau con una bella alfombra floral y pequeñas vitrinas de bambú. También revistiendo las paredes está lo más ansiado de esta temporada: los últimos diseños de Kim Jones en prêt-à-porter para hombre y mujer.
La impresionante combinación de Art Nouveau con el ilustre estilo románico de las raíces de la Maison lleva la opulencia del lujo italiano a un espacio que pronto se convertirá en una experiencia minorista muy codiciada. Fendi no solo ha creado una hermosa boutique para complementar la última colección de Kim Jones, sino que ha logrado conservar ese ADN divertido y juguetón con el que Karl Lagerfeld la hizo reconocida.
Por supuesto, viajar desde y hacia Australia sigue siendo una propuesta complicada en este momento. Pero es alentador saber que una vez que podamos regresar, las compras de moda serán mejores que nunca.
Por Leonor Torres Sanz
Fotos cortesía Fendi