Tepoztlán está ubicado dentro de un valle y es un lugar mágico que inspira creatividad y una profunda emoción ante la naturaleza. Práctica Arquitectura reflexiona sobre la típica casa de descanso y, como resultado, ha creado una residencia que reinterpreta el concepto de hacienda.
Con la idea de que la vivienda se transforme en un hogar para el retiro, se generaron fronteras en el perímetro a través de muros, las cuales se difuminan con el entorno y permiten a los habitantes modificar periódicamente el espacio según varíe el número de ocupantes y las necesidades.
El programa arquitectónico busca fusionarse con el entorno, por lo que se convierte en una barda techada que enmarca el cerro del Tepozteco y queda abierta a la intemperie con un jardín de vegetación endémica en el centro.
El proyecto parte de una oposición a lo habitual para retomar los elementos propios del pueblo y su medio. De esta manera, el gran patio se transforma en el diafragma que regula las interacciones y divide los espacios públicos de los privados.
Esta casa se desenvuelve de manera conceptual con la intención de que cada elemento cumpla una doble función, tanto esté- tica como funcional. En la barda y la definición del esquema se despliegan los muros en forma de grapa y celosías que producen distintos juegos de luces y sombras con el paso del día. Su desconexión del techo logra una sensación espacial de ligereza que va acompañada de un baño de luz natural que se cuela por medio de las pérgolas. Esta característica da como resultado el vivir un recorrido de un área a otra que evoca una experiencia sensorial distinta dependiendo de la dirección que se elija.
Por otro lado, los materiales buscan generar un íntimo diálogo con Tepoztlán, por lo que los muros están hechos de piedra volcá- nica texcal que envuelve todos los espacios. Tanto en el interior como en el exterior, la madera de pino le da un carácter geométrico y profundo mientras se crean distintos volúmenes y se resguarda el interior por medio de vigas y polines.
En contraste, la madera de huanacaxtle se encuentra en la celosía y los acabados, lo que otorga un toque cálido y escultural. Los pisos de loseta de barro cocido, la cubierta de teja y los muros de ladrillo y otros termina- dos con chukum crean una selección cromática que promueve un ambiente armonioso y sensible en las áreas sociales y privadas.
La residencia es un proyecto sostenible y cuenta con sistemas eléc- tricos, paneles y calentadores solares, drenaje con una fosa sépti- ca controlada, riego con sistemas de captación de agua y pozos de absorción naturales. Estos elementos se complementan con las soluciones estructurales para permitir la entrada y el control de luz y ventilación natural en toda la vivienda.
Práctica Arquitectura redefine la casa como un espacio clásico mexicano, en un papel actual, que combina las necesidades del usuario y mezcla la función con la forma en un diálogo constante y, al mismo tiempo, contempla el entorno con respeto y lo transforma en el eje principal para el desarrollo de la residencia
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Paisajismo David Martínez Ramos
Por Yarin Miranda Robles
Fotos César Béjar + Óscar Hernández