DONDE HABITA LA CALMA

Lo Sereno está ubicado en el pueblo guerrero de Los Troncones, ubicado entre la costa del Pacífico y las montañas de la Sierra Madre del Sur. 

Un hotel que forma parte de la marca Design HotelsTM que prioriza la privacidad y la intimidad para que los huéspedes puedan reconectarse con la naturaleza y disfrutar del ambiente y comodidad de una habitación con una arquitectura moderna que se integra con el entorno. 

Tiene 10 suites, cada una con terraza, baño cerrado con paredes de vidrio y ducha tipo lluvia al aire libre. Está situado en una playa en gran parte subdesarrollada y está a 30 minutos del aeropuerto de Zihuatanejo.

Ni hotel ni residencia, Lo Sereno es ese lugar, ese paraíso, al que siempre podemos acudir en busca de una serenidad genuina, cálida y humana más que de una felicidad  inalcanzable. Un refugio, pero también una caricia, donde cambiar el sonido del despertador y las bocinas por el sonido de las olas, que invita a mirar hacia dentro para reconectarnos con lo real, con lo que realmente importa: nuestro verdadero yo.

El nuevo lujo busca territorios inexplorados que trascienden modas y tendencias, rincones por descubrir pero auténticos donde late la verdad nativa sin necesidad de clichés que conviertan lo ordinario en ordinario.Lo Sereno es el epítome de esa autenticidad desde su mismo enclave.

En su diez suites, se encuentran todas las amenidades que cualquier persona puede desear y otras que descubrirá durante su estancia y la anhelada intimidad de un oasis. Compartir la belleza es una íntima necesidad del ser humano: en los espacios comunes de este hotel que reescribe el concepto boutique, los huéspedes tienen la oportunidad de conectar si es que gustan, con otros viajero que, como ellos, buscan la armonía en un entorno perfecto. 

La terraza y la infinity Pool con vistas al mar, los jardines, espejo de una naturaleza humanizada pero no dominada por el hombre, y la pérgola invitan a una conversación íntima, a descubrir ante los otros, y ante nosotros mismos, valores que creíamos olvidados. 

Al despuntar el alba, una sesión de yoga o meditación en la playa, seguida de una taza de café recién hecho en la terraza, invitan a la introspección para después volver a nuestra vida diaria con el alma y la voluntad renovadas. 

En Lo Sereno, el menú de actividades no resulta abrumador; ha sido diseñado de acuerdo a las necesidades del huésped que desea personalizar su estancia sin competir con nadie más que consigo mismo. Desde un apacible dolce far niente a una estancia llena de actividades, como surf, SUP, boogy board, pesca deportiva, rutas de hiking o bicicleta de montaña y cabalgatas durante la puesta de sol, todo es posible en este paraíso mexicano. 

A mediodía, la gastronomía de Lo Sereno traduce también esa misma búsqueda del verdadero sabor local, sin falso tipismo, en platillos donde el producto cobra protagonismo.

Por Fernanda Gordillo

Fotos cortesía Lo Sereno