Ubicada en un barrio densamente poblado en San Miguel de Allende, en México, a lo largo de uno de los estrechos senderos de la ciudad colonial de 500 años de antigüedad, Sin Nombre Casa y Galería es una reacción directa a su entorno y a su contexto. Nicolò Galeazzi y Martina Salvaneschi, el dúo italiano-sudafricano detrás de Associates Architecture, diseñó esta obra para una pareja de jóvenes diseñadores.
Una caminata de cinco minutos hacia el este desde el centro de la ciudad por un camino empinado conduce a un lote angosto, cercado por los vecinos. El volumen, aparentemente monolítico, introvertido y envuelto completamente en yeso blanco, se asienta sobre el zócalo de piedra existente del lote y, sorprendentemente, se abre a una terraza en la azotea con vistas panorámicas del centro histórico.
Es un ejercicio de síntesis arquitectónica e inventiva espacial, que revela un enfoque pragmático profundamente consciente en la exploración y reinterpretación de las tradiciones vernáculas.
El concepto principal fue el de trabajar con un volumen aparentemente monolítico que da cabida a una serie de microcosmos. El recinto silencioso, similar a los que dan a los callejones estrechos del vecindario, es un límite entre el exterior y el interior y cuenta con espacios privados al aire libre que ofrecen una sensación de reposo y tranquilidad.
El diseño se basa en la arquitectura tradicional mexicana, con patios escondidos dentro de muchos edificios, que ha sido reinterpretado con el estilo minimalista distintivo de los arquitectos e influido por referencias a algunos maestros, que van desde Luis Barragán hasta Mies van der Rohe.
Una abstracción atemporal caracteriza este nivel, que genera la deseada privacidad, paz y tranquilidad, mientras que en el nivel inferior aún podemos percibir la presencia de la urbe en el exterior. Aquí nos encontramos en un espacio muy íntimo e introvertido.
Dejamos la ciudad atrás, y solo dos instancias especiales nos permiten volver a experimentar la vida urbana: la Iglesia de la Inmaculada Concepción, unos cientos de metros al oeste, que proporciona la orientación para una pequeña ventana que se abre en el dormitorio principal y enmarca perfectamente su cúpula color miel, y un gran panel con bisagras, oculto en la pared de la entrada principal, el cual permite la entrada del paisaje urbano informal y colorido en las habitaciones.
El edificio se desarrolla como una sucesión de espacios interiores protegidos y cómodos que demuestran una precisión fina y minimalista y se basan en la competente mano de obra local. La casa está bien diseñada, definida por un esquema de color monocromático que evoluciona en tonos mixtos a medida que pasan los días y las estaciones, con elegantes marcos de ventanas de metal ligero hechos localmente, al igual que la escalera.
El entorno sereno (las paredes, los pisos y los techos están todos en blancos suaves) proporciona el fondo abstracto perfecto para la exhibición de piezas de mobiliario diseñadas por los dos propietarios.
Arquitectura Associates Architecture
Por Cristián Gálvez Capstick
Fotos cortesía Associates Architecture