Cualquiera que sea el caso, pocas veces dos personalidades que a menudo tienen un efecto de sorpresa y curiosidad en la gran mayoría, son las que crean algo extraordinario a partir de algo muy mundano. Sophie Delafontaine hace homenaje a Pierre Paulin con una colección fuera de serie.
La sorpresa está en la novedad que puede generar una colaboración entre creativos, se va consolidando cuando se trata de un ícono del diseño y un artista extraordinario. Sophie Delafontaine, actual directora creativa de Longchamp y nieta del fundador de la Maison, ha dotado la casa de un sentido de claridad y adaptabilidad de prêt-à-porter y accesorios que no solo son clásicamente discretos e innovadores a la vez, sino que su elegancia goza de una funcionalidad propia en la historia de la firma.
Cada pieza que crea Delafontaine para Longchamp encarna una sensación de movimiento y contraste. Para la temporada otoño-invierno 2021, la colección que se presentó durante la Semana de la moda en París, Delafontaine se inspiró en el icónico logotipo del caballo de carreras dibujado originalmente por Turenne Chevallereau. Creado como la expresión perdurable del dinamismo y el arte de vivir Longchamp. Y, por otro lado, se inspiró en el emblemático trabajo del diseñador de interiores francés Pierre Paulin, quien durante la segunda mitad del siglo XX logró cautivar al mundo con una mezcla de siluetas orgánicas y geométricas, texturas distintas y una calidad excepcional en piezas de mobiliario e instalaciones que se han convertido en algo icónico para el mundo del diseño.
Paulin debutó en los años 50, y fue él quien llevó la modernidad al Palacio Elysée para el presidente Pompidou en 1971 con sus propios diseños. Hoy sus piezas se encuentran repartidas entre numerosas colecciones de museos por todo el mundo incluido el MOMA en la ciudad de Nueva York y el resto son extremadamente codiciadas por los diseñadores y amantes del diseño de la mitad del siglo XX. Las siluetas de Paulin fungieron como la principal influencia de la colección otoño-invierno 2021 con las cuales se buscó crear looks que tuvieran una cualidad envolvente y sensual, tal como lo hace un sofá del aclamado diseñador. Por otro lado, el capitoneado y acolchado se remiten en chalecos sin mangas hechos con piel de cordero tan suave como los mismos textiles de los muebles.
Pierre Paulin mantuvo una constante admiración e inspiración por las tendencias escandinavas y japonesas y su trabajo sin duda revolucionó los interiores de tal manera que hoy en día se continúa la apreciación por su legado, tal como el eterno estilo y sofisticación de la Maison Longchamp. Esta colección evoca una esencia sofisticada y liberadora del estilo parisienne mientras expone la fuerza de estos dos referentes que revolucionaron la esencia parisina desde la mitad del siglo pasado hasta la actualidad.
Por Yarin Miranda Robles
Fotos Cortesía de Longchamp