Los hermanos Campana, Humberto Campana y Fernando Campana comenzaron a emerger en la década de los 80 destilando una completa producción profundamente brasileña y global, basada en la utilización y recuperación de materiales humildes, naturales, sintéticos o concebidos para otros propósitos.
Hoy Fernando Campana, un asombro diseñador e inigualable creativo lastimosamente ha partido del plano terrenal. El artista brasileño siempre estuvo a cargo del diseño junto con su hermano Humberto, cada uno teniendo su propio espacio, como lo demuestra su paso por la Academia de Bellas Artes de São Paulo, Brasil, donde estudió arquitectura en el año 1983, y donde obtuvo una gran experiencia como asistente y director de la XVII Bienal Internacional de Arte de São Paulo, pues esta fue la antesala de lo que conocemos como Estudio Campana, junto con su hermano.
Fernando siempre creyó fielmente en cada una de sus creaciones como “objetos líricos y ecológicamente conscientes” que crecen con las necesidades de sus usuarios, por lo que la libertad, la dignidad humana y la creatividad cobra protagonismo en cada uno de sus impresiones y peculiares diseños.
Los hermanos Campana diseñaron de todo, desde objetos y muebles hasta instalaciones y obras de arte, desdibujando las líneas tradicionales entre diseño y función. Todo ello para salvar no solo materiales y técnicas, sino también un discurso que se ha diluido durante años por las reglas que han confinado al diseño general.
Fernando Campana halló inspiración y valor para crear elementos que le brindaron felicidad y por ende, a todo aquel que fuera testigo de su trabajo.
El arquitecto Campana normalizó el reciclaje y la reutilización creativa mucho antes de que el reciclaje se convirtiera en una tendencia o, peor aún, en una necesidad.
Fernando Campana, fue, es y será uno de los nombres más importantes del diseño mundial.
Por Fernanda Gordillo Estrada
Fotos Cortesia Archivo Estudio Campana