En el diseño de interiores, cada elemento es una declaración de intención. La arquitectura define el espacio, el mobiliario le da carácter, pero es el color el que unifica la experiencia, y por ello es necesario elegir una pintura que no sólo aporte el color, sino también la protección, la durabilidad y un acabado impecable, permitiendo que su esencia perdure con el tiempo.
La diferencia entre una pared pintada con BEHR* está en la protección que brinda su fórmula: resistencia al desgaste, facilidad de limpieza y profundidad en cada matiz son atributos que elevan un proyecto de diseño.

Además, sólo una pintura de calidad permite a los colores expresarse plenamente, como el Free Garden M420-5 que permite, gracias a un acabado uniforme, expresar equilibrio y serenidad, envolviendo el ambiente en una armonía sutil y sofisticada.
Tonos como Pale Parsnip S320-2 aportan calidez y sofisticación, mientras que Rush Hour MQ5-25 juega con la luz para crear profundidad y carácter. Y cuando el diseño busca un acento vibrante, Tomorrow’s Coral P200-3 define espacios con energía y personalidad. Optar por la calidad de BEHR* es asegurar que cada color exprese su máxima pureza, cada acabado potencia la luz y cada ambiente conserve su intención original.
