ATMÓSFERA SERENA

Con un terreno de 450 m2, esta casa es el mas reciente inmueble hecho por Javier Puga Estudio, dentro de la distribución podemos encontrar patios y jardines, para cada uno de los espacios interiores, generando una corriente de aire que abarca los lugares internos de esta residencia. Casa Ché Ché, presenta un diseño original, resolviendo el problema de las temperaturas altas de la capital de Yucatan.

El viento siempre transita de forma natural dentro del inmobiliario. En este espacio, se tuvo una amplia atención a la vegetación endémica del terreno así como también se logró aprovechar del aire para lograr temperaturas agradables y de esta forma reducir el uso de los aires acondicionados.

Las principales intensiones en el diseño de esta casa, fue el uso de materiales locales como la piedra, la arena y la madera, ya que en un establecimiento de arquitectura modular, la exploración de una composición de sombras paisajistas y la amplia percepción visual del ambiente interior, son significativamente importantes a la hora de evitar la concentración del calor en la parte habitable de esta casa.

“Diseñamos sin pretensiones y nos gusta trabajar de forma transparente”, aseguró el estudio de Javier Puga.  Javier Puga Estudio, se decidió por un muro de celosía en la zona de la fachada para atrapar los vientos del norte y dejar que se expandieran en los patios exteriores. Del mismo modo, la luz del norte sobrepasa e ilumina la vivienda. Mas aun, en los cercados, se distribuyeron elementos de agua que le ofrecen a la residencia una brisa húmeda, junto con una atmósfera serena y ligera, que en unión conforman un balance con la contundencia de los muros y las dimensiones. En Casa Ché Ché, la arquitectura, el viento, la temperatura y el paisaje, fueron los puntos primordiales a la hora de su planificación.

“Siempre hay espacio para el asombro”, agregó el estudio de Javier Puga, aludiendo al “encantamiento, la sorpresa, la comodidad y el reconocimiento de todas las experiencias humanas”, que en esta casa se nutren por la naturaleza, que se convierte en su gran razón de ser.

Por Fernanda Gordillo Estrada

Fotos cortesia Javier Puga Estudio