Arquitectura retadora, individual y con carácter es lo que han proyectado con esta residencia en Estado de México. Se trata de un ejercicio colaborativo entre el estudio Rojkind Arquitectos, del arquitecto mexicano Michel Rojkind, con Agustín Pereyra e Inocente Colectivo.
La casa es franca, es una acertada y portentosa interpretación actual del brutalismo, por el énfasis en la exposición de sus componentes, una propuesta arquitectónica que se caracteriza por su elegante destreza para obtener un hogar creado a partir de impecable arquitectura con colosales muros que juegan con la marcada desigualdad de volúmenes, pero que al observarla se percibe íntegramente como uno solo, una edificación totalmente en armonía.
Se trata de una casa inconfundible, una obra que manifiesta desde el exterior su personalidad; de aspecto rudo provocado por el total empleo del concreto negro estriado con conexiones verticales y horizontales, es al mismo tiempo una obra apacible que goza de un recorrido afable a través de sus múltiples accesos y, por si fuera poco, un proyecto que invita al maravilloso paisaje a formar parte del diseño.
Resulta imprescindible destacar como la altura y la proporción fueron escrupulosamente planeados en simetría y volumetría para aprovechar desde cada ángulo las vistas del terreno, esto sin quitar privacidad e intimidad de la casa, el diseño amurallado aplicado estratégicamente por toda la propiedad, permite la protección a espacios de reunión y descanso para así consentir en su totalidad una genuina sensación de cobijo, una casa donde la contemplación y el regocijo han sido los puntos de partida desde su concepción, hasta su vivir todos los días.
Al recorrer la casa destacan los grandes ventanales, los cuales privilegian una maravillosa vista, y apoyan directamente con iluminación natural hacía el interior de la casa, permitiendo así un idóneo aprovechamiento de la luz y generando la calidez adecuada. Con un un diseño ecuánime, un consciente y favorecedor empleo de elementos sólidos y sombríos, secundado también por la intención de los arquitectos en destacar piezas estructurales como parte de la estética, para que al fusionarse se asigne identidad a cada espacio.
El diseño de interiores se inclinó por mostrar un mobiliario gentil, donde la mezcla de maderas en tonalidades cálidas con textiles que se aprecian por su simplicidad y delicadeza. Un acierto en la distribución y planeación del diseño interior se encuentra en el gentil acomodo de algunas piezas icónicas de mobiliario y arte que derivan en cautivantes focos de atención.
Parte importante de la arquitectura se encuentra en los espacios que se han generado sobre los volados por encima de las prolíficas áreas verdes del terreno, y algunos otros son elevados para delimitar o cubrir ciertos ambientes. La recámara es una estupenda conceptualización de lo que se buscó con la arquitectura, generar un espacio íntimo, con carácter, único e irrepetible.
En esta propiedad se utilizaron para su construcción solo tres materiales: concreto, madera y vidrio. La obra del grupo de creativos resulta en un interesante un juego de volúmenes unidos con elementos destinados para enaltecer su belleza y dote natural. Es un proyecto maestro que manifiesta la excelencia en investigación y conocimiento del equipo sobre el aprovechamiento del terreno y el uso de materiales atemporales.
Arquitectura Rojkind Arquitectos, Agustín Pereyra e Inocente Colectivo
Fotos Jaime Navarro
Por Leonor Torres Sanz