En la ciudad de Mérida, Yucatán. Arkham Projects le ha dado vida a sus oficinas como un proyecto colaborativo inspirado por la selva yucateca. Se encuentra rodeado de sonidos y escenas naturales, con elementos visuales que se mueven con el vaivén del viento, lo que bloquea las distracciones de la ciudad.
Diseñado bajo dos parámetros principales, desplegar el programa arquitectónico con la finalidad de generar sorpresas espaciales y visuales para los usuarios y el segundo, crear un escaparate para disfrutar de la naturaleza al estar dentro.
Los proyectos del despacho se caracterizan por su estética contemporánea, la cual utiliza la naturaleza, la geometría, el espacio y la luz como componentes esenciales. En este proyecto llamado ‘The Asylum’, la luz juega un papel primordial. Al tener una orientación este-oeste, la iluminación natural es la protagonista durante la mañana en la fachada principal.
En palabras del despacho, lo que logra la luz se aprecia al paso del día, cuando el sol y los árboles cercanos al acceso pintan de sombras el rostro del proyecto, dándole un espíritu cambiante durante el año, ya que las sombras varían en forma, tamaño y ubicación, convirtiendo a The Asylum en un lienzo, donde la naturaleza está presente en un formulario de calendario.
Cuando el sol desaparece, la misma fachada se propone a sí misma como un lienzo el cual la naturaleza utiliza y lo convierte en una gran lámpara al estar formada por elementos separados verticales de aluminio blanco. Esto permite al exterior tener una sutil idea de lo que sucede en el interior sin revelar los proyectos.
Una característica que hace especial al espacio de trabajo es la manera de integrar los árboles al cascarón y al uso diario del espacio. Un precioso árbol flamboyán cubre y protege el corredor principal.
Un tronco de un gran árbol Álamo da la bienvenida al espacio y al atravesar la fachada de acceso flotante, en donde se encuentra un patio interior, y una recepción inmediatamente después, que funciona como un vestíbulo de distribución y como un museo que muestra piezas de la historia de Arkham.
Desde la zona de recepción se abren dos puertas. La primera se accede a las áreas de servicio del proyecto y a la sala de talleres. La segunda es una puerta con la que los invitados vuelven a salir, un espacio lúdico que envuelve al usuario en un juego de luz, hojas y, a veces, agua. Posteriormente este espacio exterior tiene dos puertas, la primera de acceso al taller a través de un pasillo comprimido en la planta baja, y la segunda, una que está en el primer piso, que da acceso a las oficinas privadas y salas de reuniones.
Arkham Projects
El acceso al taller es el primer encuentro real en la escala del edificio. Al ingresar, el usuario es recibido por una triple altura y media, donde se ubican estaciones de trabajo a los costados y una gran mesa colaborativa diseñada por Esrawe Studio la cual se encuentra en el centro del espacio. Al fondo, un patio interior de doble altura permite ver un árbol vecino el cual enmarca la vista interna y en el lado este, el árbol Álamo, ubicado en la entrada de la propiedad remata la vista.
Al subir las escaleras exteriores, el usuario llega a un espacio de circulación en el primer nivel, el cual permite que The Asylum muestre el verdadero músculo de Arkham, su equipo y su cultura. En este nivel se encuentran dos oficinas privadas, una para cada uno de los socios, con conexión directa al taller y totalmente abiertas a un patio que mira al este, donde la tupida vegetación permite una apertura total hacia esa orientación.
Por la misma escalera, se accede a un segundo nivel, donde se ubica un espacio utilizado para reuniones con clientes y como zona de descanso y ocio para el equipo. Inmediatamente después está la sala de reuniones, que cuenta con una gran mesa redonda respondiendo a la filosofía de Arkham y su intención de colaborar y co-crear.
Arkham Projects
Por Yarin Miranda Robles
Fotos César Béjar / Zaickz Moz