De los restaurantes y cafeterías con más estilo y sabor de la colonia Roma con un diseño contemporáneo y único.
La colonia Roma, en Ciudad de México, ha sido y es un lugar icónico. Actualmente encontramos los mejores lugares de diseño progresista, que combinan gastronomía y arquitectura. Estilos únicos se esconde tras las puertas de edificios de diferentes épocas, desde la arquitectura colonial hasta edificaciones de esta década hacen de esta zona un lugar muy codiciado y atractivo para visitar.
Los proyectos de Taller ADG encuentran en la sinceridad de los materiales y la forma, una perfecta combinación para lograr espacios colmados de alma, los cuales cumplen cada una de las funciones requeridas con gran atención por los detalles y aprovechamiento del espacio. En este proyecto se encuentra desplantados dos locales contiguos que comparten el área común. Buna, una cafetería y Sartoria, un exquisito restaurante italiano del chef Marco Carboni.
Con la idea principal de crear una bóveda para recrear la calidez de las antiguas trattorias italianas, el restaurante se tradujó en una bóveda hecha de concreto que envuelve el espacio interior con una sensualidad orgánica y elegante. Sartoria se resolvió bajo este concepto, mientras que la cafetería Buna se acuesta sobre la bóveda con un muro curvo que le da al reducido espacio una sensación de amplitud y continuidad arquitectónica.
Con la finalidad de utilizar el espacio y sus servicios en su mejor versión posible, los dos locales comparten un baño y un área de terraza con mesas en la banqueta cubiertas por una vegetación tropical que les dan privacidad y bloquean la vista a la calle.
Ambos tienen elementos que le dan personalidad propia y los representan. Para Buna, su barra central es lo que la caracteriza. La pieza está hecha de concreto enduelado, el mismo material que las paredes del espacio con una cubierta de mármol llamado “Pierre de Belge” lo que el despacho de arquitectura explica que permite una circulación perimetral.
En el caso de Sartoria, la bóveda que la define le da una personalidad única al restaurante en cuestión de diseño, pero no solo visual y estéticamente, sino que los espacios generados por la bóveda se aprovecharon en su totalidad. Entre la curvatura de ella, los muros y el techo se hizo una cava empotrada de carpintería que almacena 250 botellas, se solucionaron dos barras, la primera, debajo de la ventana de la fachada, hecha de concreto con una plancha de mármol con espacio para cuatro personas y la segunda, al fondo del restaurante, se encuentra la barra de preparación de pastas, con una cubierta de mármol Statuarietto.
A lo largo del área de servicio se encuentran dos bancas laterales mientras que enfrente, algunas mesas salteadas se alinean con las bancas.
Además de estar diseñado con una gran delicadeza, desde la distribución a la selectiva elección de materiales que van del concreto al mármol y madera de roble en un tono natural, es el color, el sabor y la vida de los platillos y la calidez de la atención del equipo para los comensales, que logran el balance perfecto y complementan el alma de ambos espacios.
Por Yarin Miranda Robles
Fotos Rafael Gamo