Contar una historia, apreciar, vinos, disfrutar de gran hotelería y traspasar la puerta a una de las regiones vitivinícolas más apreciadas del mundo, únicamente es posible a través de Abadía Retuerta LeDomain.
En México conocemos sus vinos: Blanco Le Domaine, Petit Verdot; Selección Especial, Tempranillo con toques de Syrah y Cabernet Sauvignon; Pago Negralada, Tempranillo de parcela específica de gravas profundas; Pago Valdebellón, Cabernet Sauvignon de terroir calcario y 16 meses de barrica nueva de roble francés; Pago Garduña, Syrah de parcela de suelo calizo y crianza de 20 meses en barrica nueva de roble francés. Vinos cuyo conocimiento y calidad nos despiertan a conocer y asombrosamente descubrir la historia que les precede y el entorno que los rodea.
Sobre la carretera Valladolid-Soria, la primera, puerta a la Ribera del Duero y la segunda, su par en sentido opuesto, entrada a La Rioja, a pocos kilómetros de Valladolid, habiendo pasado Sardón del Duero, llegaremos a la parada obligada de la bodega Abadía Retuerta. Que digo parada, estancia obligada en LeDomaine Abadía Retuerta uno de los Leading Hotels of the World y en diversas ocasiones galardonado como el mejor hotel boutique de España.
La bodega, ubicada en la ribera sur del río Duero, abrazada por parcelas de ladera de suelo calcáreo y elaboración de vino más que puntual en una de las instalaciones más modernas del mundo vitivinícola. Estrictos controles de calidad desde el cultivo, la selección, la fermentación, la crianza y la guarda. Manejo de trasvases por gravedad mediante tanque “voladores” llamados ovnis manejados de forma aérea, evitando el uso de bombas. La historia ancestral y la tradición recibieron un impulso de modernidad y tecnología cuando en 1988 pasó a manos de Grupo Novartis.
Cruzando la carretera y a una distancia media, a través de un camino flanqueado por alineados viñedos y frondosos pinos, la mirada comienza a descifrar una edificación de estilo románico con acento minimalista producto de su respetuosa restauración. La Abadía de Santa María de Retuerta fue fundada en el siglo XII. Comenzando por los monjes Premostratenses, siendo parte de los monasterios que sirvieron para la reconquista cristiana sin dejar de pasar por momentos de devastación y deterioro hoy está convertida en un inmersivo lugar, que acoge a sus huéspedes dentro de su altísimo nivel hotelero, logrando que vivan introspectivos días de relajación. Amplios y pacíficos pasillos de estructura gótica, el patio central, la sala capitular, la sacristía, la iglesia, la cueva de los monjes, la hospedería y el refectorio. Este último alberga su restaurante insignia de una estrella Michelin, hoy dirigido por otra estrella, el reconocido somelier Agustí Peris. Adicional a su impecable restauración, recientemente recibió una pequeña expansión, que, a parte de incorporar habitaciones nuevas, tan perfectas como las primeras, alberga un subterráneo SPA que termina por invitar a sus huéspedes a estar y permanecer.
Balance perfecto entre lujo y sobriedad, iluminadas por el magnificente nivel de servicio de su personal: silenciosos como duendes, prestos como excepcionales mayordomos y capaces de trasportar en el tiempo, cuál monjes, a sus distinguidos huéspedes.
Los días son insuficientes para disfrutar la región del Duero, sus afamados vinos, la bodega de Abadía Retuerta y el extraordinario hotel-monasterio-hotel. A tan solo dos horas de Madrid y a la vez suficientemente lejos para excluirse unos días en sus instalaciones y alrededores para viajar en el tiempo y cargarse de placer y energía. Descorchar y disfrutar alguna de sus botellas disponibles en México y la provocación de este relato, espero que sean el estribo para próximamente emprender el viaje e internarse en la región de Ribera del Duero por la puerta grande. abadia-retuerta.com
Por Aurelio Cadena