En las últimas fronteras del diseño de interiores, surge una figura con un enfoque inusualmente transformador: Nyra. Esta diseñadora multisensorial, armada con una filosofía que abarca desde lo micro hasta lo macro, está trabajando con la profundidad y la dinámica de los espacios, creando experiencias excepcionales en la intersección de la arquitectura y el diseño. Su reciente proyecto en Cancún es una prueba palpable de su enfoque versátil.
Se embarcó en una misión de interiorismo total, ofreciendo un diseño relajado y contemporáneo que refresca y redefine las tradicionales casas de playa. La colaboración estrecha con su cliente permitió una exploración profunda de sueños y deseos, una metodología que va más allá de lo estético y penetra en lo esencialmente humano.
En este proyecto, Nyra implementó la técnica perma blend, una invención innovadora que aporta dinamismo y vida a los muros de la casa. Los tapices se perforan con miles de agujeros que permiten que las paredes respiren. A pesar de la alta humedad en Cancún, esta técnica garantiza tapices sin temor a los hongos, aportando calidez y textura a los espacios.
La paleta de colores elegida se inspiró en la naturaleza del lugar: los tonos musgo y los colores neutros del entorno marino, descompuestos y llevados a la tranquilidad del hogar. Nyra ha creado un ambiente que perdura en el tiempo, en lugar de someterse a las tendencias fugaces de la moda.
Esta estética interior se extiende a lo largo de dos mil metros cuadrados de construcción, con cinco habitaciones meticulosamente diseñadas para reflejar personalidades y estilos de vida distintos. La habitación principal, por ejemplo, se diseñó para dar la sensación de estar en un lujoso hotel. Se cubrieron los burós con piel, un material que repele la electricidad, para garantizar un sueño tranquilo, y se añadieron tapices acústicos para un ambiente sereno.
A lo largo de los dos años y medio de proyecto, el trabajo fue un cúmulo de esfuerzos colaborativos. Nyra resalta la experiencia como una aventura educativa, en la que aprendió incluso un poco de maya, sumando una nueva herramienta a su ya diversificado estudio de diseño.
A pesar de las escasas visitas del cliente durante el proceso de diseño, el proyecto resultó en una reacción profundamente emotiva. Un espacio reservado para la oración, adornado con un mueble del siglo XVI encontrado en Puebla, conmovió a su propietario hasta las lágrimas, remarcando la importancia de los espacios pensados para la conexión espiritual en una casa moderna.
Además, este proyecto fue un salto cuántico para Nyra, ya que se le dio la oportunidad de diseñar todo el mobiliario. Cada mueble se diseñó específicamente para cada espacio, considerando sus dimensiones únicas. La dimensión del espacio significaba que los muebles genéricos no serían suficientes. Se requería un toque de especialidad y, en este punto, entró en juego la colaboración con diseñadores industriales y gráficos para formar un equipo sólido.
Nyra redefine las fronteras del diseño de interiores con su enfoque multisensorial y su pasión por los espacios que perduran y acompañan a sus habitantes. Este reciente proyecto en Cancún es solo una muestra de lo que esta diseñadora puede hacer, elevando los estándares de la arquitectura y el diseño contemporáneos.
Por Leonor Torres
Fotos de Nyra Troyce