El primer restaurante del galardonado chef Enrique Olvera, Pujol, abrió sus puertas al público en mayo del 2000, en el corazón de Polanco, cuando éste terminó sus estudios en Culinary Institute of América, en la ciudad de Nueva York.
En 2017 Pujol mudó sus actividades a la calle Tennyson, a un espacio enteramente diseñado en colaboración con Javier Sánchez Arquitectos e interiorismo de Michaela de Bernardi, para albergar uno de los restaurantes que se consolidaba en su momento como uno de los mejores del mundo.
Actualmente, Pujol ocupa el tercer lugar de la lista de los mejores 50 restaurantes de Latinoamérica, es parte de la renombrada red Relais Chateaux, una asociación de 550 hoteles y restaurantes presente en los cinco continentes, promotores de la diversidad culinaria y cultural de nuestro planeta;
Y cuenta con la certificación Empresa B, un nuevo tipo de compañía que utiliza el poder de los negocios para contribuir a la resolución de los problemas sociales y ambientales de la actualidad.
Con una propuesta gastronómica dedicada a las diversas cocinas de México y un menú variable, el cual se transforma y se adapta a los ingredientes disponibles según el cambio de las temporadas.
Su cocina, tanto como el espacio buscan transmitir la detallada sensibilidad de Enrique Olvera y su talentoso equipo por medio del ofrecimiento de una experiencia totalmente personalizada bajo una visión contemporánea, atenta y minuciosa.
En un espacio que se articula a través de diferentes juegos de luz, alturas, y volúmenes que propician la privacidad así́ como la interacción del interior con el exterior en todo momento, Pujol tiene dos experiencias diferentes. La primera; en el salón del restaurante se ofrece un menú de degustación clásico y en la barra del restaurante, inspirado en el Omakase japonés, con una vajilla especial creada por la maestra Fermina Gerdes, se ofrece un menú de tacos.
El resultado del diseño es un espacio íntimo y depurado que celebra la gastronomía con el mismo nivel de importancia que el diseño y la arquitectura. Los detalles que conforman el famoso restaurante engloban y homenajean a una red de personas que van desde productores de los mejores ingredientes, a los diseñadores y chefs, hasta llegar a los comensales.
Pujol, como cada uno de los proyectos que hoy son parte de Casamata, buscan mantenerse como un espacio que promueve la creatividad en todas las disciplinas, desde luego la gastronomía es el punto focal. La arquitectura, el arte textil, las artes decorativas y las artes plásticas son los ejes esenciales para el desarrollo de los espacios.
Por Yarin Miranda Robles
Fotos Araceli Paz