El distintivo y emblemático reloj Happy Sport Metiers d´Artes de Chopard es un destello de legitimidad y autentico exilio en el cosmos de los valores de la marca relojera, que sigue evolucionando y perfeccionando el amor por la vida y la naturaleza.
Así como el oso polar, la tortuga marina y el colibrí son tres espacies que viven en advertencia por sobrevivir y cuya belleza y su diverso hábitat se conmemoran sublimemente en uno de estos tres cronógrafos.
Equipados con un calibre Chopard 96.23-L, con una reserva de marcha garantizada de 65 horas, elaborados en oro ético, ricamente decorados a mano y totalmente engastados, incorporan todas las normas de la excelencia relojera y joyera. Cada reloj mide 40 mm y presume lo mejor de las piedras preciosas y semipreciosas, así como de marquetería de nácar, tal como se aprecia en el bisel, la carátula y la caja.
El colibrí, sobre un fondo de malaquita, cuatro niveles diferentes de oro y de nácar perlado naranja, rojo y degradé reflejan la gama cromática resplandeciente y la silueta estilizada de la suntuosa flor del hibiscus, cuyo pistilo está formado por cuatro diamantes talla corazón.
Concebida en torno a la forma geométrica de un triángulo que simboliza la perfección y la unidad, la esfera de este Happy Sport representa un paisaje deslumbrante con un oso polar en movimiento completamente engastado de diamantes que camina en sus brazos, una pieza de diamante radiante en forma de pera acolchada. Acompañado por otros tres diamantes triangulares móviles, este adorable oso polar deambula por el ecosistema en miniatura remodelado por la magia de los minerales de orfebrería.
En la esfera del reloj Happy Sport Métiers d’Art, las tortugas inspiradas en el arte se mueven con lánguida elegancia. Gracias a un nuevo procedimiento técnico desarrollado por Chopard, la tortuga como los móviles en forma de pera se mueven entre dos cristales de zafiro, como en un acuario en miniatura, la estructura protectora en forma de árbol de nácar y ópalo verde se extiende. Por lo tanto, reproduce un espectáculo encantador y relajante de la vegetación submarina en múltiples niveles con una profundidad de campo sin precedentes.
Por si fuera poco, Chopard no solo fusionó los característicos diamantes móviles, sino que también demostró una basta innovación: gracias a la fusión de un líquido de perfecta viscosidad entre los cristales y los diamantes que pueden ser elásticamente flexibles en estado de ingravidez.Estos relojes muestran lo mejor de los Métiers d’art, así como la pasión de la Casa por la protección de la naturaleza y la sostenibilidad
Por Fernanda Gordillo Estrada
Fotos cortesia Chopard