Esta residencia pertenece a un cliente de más de 70 años, quien construyó su hogar hace 20 y nunca había tenido un diseñador de interiores, había creado un estilo interior muy tradicional y antiguo, que de momento funcionaba, pero que definitivamente necesitaba nueva vida, sobre todo para una arquitectura y un entorno maravillosos.
La propiedad está frente al mar y tiene características de arquitectura del mediterráneo, con arcos y materiales naturales en tonos claros. Es una construcción un tanto diferente a lo que se acostumbra a ver en Estados Unidos, pues aquí se trata de muros anchos de concreto, piedra y mármol.
Hernán Arriaga es un diseñador con más de 20 años de trayectoria en el mundo del diseño de interiores, se ha formado prácticamente en Nueva York y Miami, tiene un gusto muy curado e inclinado hacia el diseño italiano, ha estado trabajando en departamentos de los edificios más icónicos de Miami, como el Porsche Tower, One Thousand Museum (arquitectura de Zaha Hadid), y en Armani Residence. “Mi cliente me busco con la intención de tener lo que él siempre soñó como casa y le propuse -ya que estamos enfrente del agua-, un diseño con influencias italianas, algo tipo Capri con colores marítimos, y mucho blanco por todos lados, tipo lo que es el riba style.
Le encantó la idea y echamos mano de una firma italiana muy sofisticada, atemporal y muy configurable, como es Meridiani, para lograr un hogar contemporáneo. Siempre digo que la casa te habla; cuando llego a un lugar, cada ambiente me dice qué debo hacer, y sí hay errores es un reto el buscar cómo corregirlos. Así se abre mi mundo creativo”, momento el diseñador Hernán Arriaga.
Esta es una casa de más de 1,000 metros cuadrados y seis habitaciones, con una importante influencia por el mar y sobre el cual se dictó el diseño. Para Hernán era importante crear ambientes de descanso, pues confiesa que al recorrer la casa por primera vez se imaginó un hogar colmado de paz y serenidad, solo de ver el azul a través de las ventanas, asegura que eso influyó en la paleta de color, pues se trata de acentuar lo que hay en el exterior y con otros colores definitivamente era competir con la belleza de la naturaleza, una batalla que se pierde de inmediato.
“En esta casa lo que hice fue un efecto refrescante de playa, de verano, de aire, de espacio, le di mucho blanco, la madera quedo definida en los pisos y la piedra caliza alrededor de la casa en coral, y el resto era obvio que tenía que buscar textura y diferentes tonalidades de azules que se ven desde la ventana y que había que traerlos al interior”, nos cuenta el diseñador.
“Esencialmente, el punto de partida de cada proyecto es conocer a mis clientes, sus gustos y sus necesidades para lograr no solo una casa hermosa sino también un hogar en el que se sientan cómodos y se adapte a su estilo de vida. Al final es su hogar y realmente debería representar y definir quiénes son”, agrega Hernán Arriaga. En la casa destacan los espacios amplios y bien iluminados, en donde las cortinas de lino, los tapetes y alfombras de seda y lana le dan el toque sofisticado, en cuanto a los cuadros, muchos son del artista Lautaro Cataldo por encargo del diseñador, pues quería tener altos brillos que pudieran contrastar sobre los muros.
De esta manera el arte, los accesorios y algunas esculturas le dan el efecto wow. Gabriel del Campo ha propuesto esculturas con influencia romana y griega, agunas de ellas de reciente creación y otras han sido rescatadas de edificios viejos que han sido demolidos, principalmente en Argentina. “No hay nada más emocionante que incorporar una hermosa pieza antigua a una habitación moderna, la traducción como resultado final la hace exquisita.
Las antigüedades traen su propia historia de la que hay que hablar, y se convierte en parte familiar. También te permite mezclar géneros y épocas para crear un espacio mágico lleno de recuerdos y buen gusto al que inmediatamente le sigue un increíble toque de glamour”, concluye Hernán Arriaga.
El resultado, después de 18 meses de trabajo, ha sido una casa que el morador disfruta en cada momento, que muestra orgulloso y que ha superado sus expectativas. “Yo creo que muchas de las personas se olvidan de que la casa es el lugar principal en el mundo, es lo que te describe, yo siempre digo que la primera vez que quiero conocer a alguien para un trabajo propongo hacerlo en su casa, y la razón por la que lo hago es porque obtengo una verdad de quién es, la casa me cuenta una historia de con quien estoy hablando.
Creo que la mayoría de las personas hemos revalorado nuestro hogar desde la pandemia. Cuando uno vive en su casa realmente diseñada o en una casa apenas amueblada la diferencia es abismal. La casa te sirve, te describe, te seduce, te recibe, te mima y te cuida, concluye Hernán Arriaga.
Por David Solís
Fotos de Héctor Velasco Facio