Puede parecer casi anacrónico hablar hoy sobre de relojes de mesa. Sin embargo, el Atmos de Jaeger-LeCoultre es un mundo aparte. Se trata de una extraordinaria pieza cuya protagonista es el increíble mecanismo que lo aparta de todo lo visto en cualquier tipo de reloj, ya sea mecánico, eléctrico o de cuarzo. Los relojes Atmos siguen asombrando al público con su ingenio. Dentro de una cápsula sellada, hay una mezcla de gases que se expande y contrae a medida que fluctúa la temperatura. Por lo tanto, el mecanismo de este reloj funciona automáticamente sin intervención humana. La sutil fusión de lo clásico y lo moderno es el secreto atemporal de la colección Atmos.

La singularidad de su diseño permite apreciar su sofisticación mecánica en diferentes ángulos. Desde las artes decorativas, hasta el arte contemporáneo, la complejidad y la artesanía rara en la relojería siempre se han actualizado en los relojes Atmos, mientras que su espíritu se conserva a través de una reinterpretación del trabajo conjunto de los grandes diseñadores de Jaeger-LeCoultre.

Para satisfacer la eterna búsqueda de precisión de Jaeger-LeCoultre, los ingenieros y relojeros de la firma han creado una nueva complicación que reproduce los ciclos reales de la tierra, el sol y la luna. Fue creada exclusivamente para el Atmos Hybris Mechanica Calibre 590. El extraordinario mecanismo trajo una dimensión completamente nueva a Atmos, un reloj único que funciona en el aire y muestra las posiciones relativas de la Tierra, la Luna y el Sol en tiempo real. Superando los límites de la precisión y el diseño. Esta pieza es la más complicada que se ha construido, y la belleza arquitectónica de su movimiento inspiró naturalmente a los artesanos del taller Métiers Rares de Jaeger-LeCoultre. Desde la pintura en miniatura y el grabado con láser hasta incrustaciones, pusieron una amplia gama de artesanía en la decoración, elevando el Atmos Hybris Mechanica Calibre 590 a una obra de arte sublime, con una sincronización excepcional.

Por otro lado, este 2022, Atmos Infinite, abre un nuevo capitulo en la historia de este fascinante reloj, con un diseño completamente nuevo. El enfoque minimalista se extiende a la función del reloj: el Jaeger-LeCoultre Calibre 570 es un movimiento de horas y minutos. Su construcción también se reduce a lo básico, pero abundan los acabados de alta relojería, que incluyen superficies cepilladas, bordes pulidos y rayas Côtes de Genève.

La esfera lacada en negro consta de dos círculos concéntricos con índices de hora pulidos en forma de barra y manecillas que hacen juego con la superficie rodeada del movimiento. En el bisel de metal, los minutos están marcados con pequeños puntos dentados. Su forma hace eco de las ranuras circulares del volante en forma de anillo, que gira de lado a lado con un ritmo lento y encantador bajo el movimiento.

Capturando el espíritu único de Atmos y reinterpretando todos sus elementos esenciales en un estilo contemporáneo, Atmos Infinite está destinado a ser un clásico moderno. Un tributo a la transparencia y el minimalismo, el nuevo diseño es un objeto de pureza y modernismo original, sin dejar de ser fiel a la identidad intrínseca de Atmos. Reinterpretando la elegancia atemporal de las clásicas vitrinas Art Deco del siglo XXI, la vitrina cilíndrica Atmos Infinite también emana sofisticación con los arcos de vidrio redondeados de los primeros modelos.

Mecánicamente, lo asombroso de los relojes Atmos, es que salvo que se alojen en un imposible entorno hermético, inmune a cualquier tipo de variación atmosférica, funcionará eternamente sin intervención humana alguna. La enorme variedad de Atmos que hemos visto aparecer a lo largo de sus 90 años de historia demuestran dicha versatilidad. 

En consonancia con el código estético que puede describirse como la sencillez y la legibilidad dictan el diseño de Jaeger-LeCoultre Atmos Hybris Mechanica calibre 590 y Jaeger-LeCoultre Atmos Atmos Infiniti calibre 570 como piezas modernas y atemporales, perpetuas y realmente revolucionarias.

Por Fernanda Gordillo Estrada

Fotos cortesia Jaeger-LeCoultre