Carra es un proyecto de joyería y arte que nació durante pandemia, de la incertidumbre y de la creatividad a flor de piel, del deseo de ofrecer una propuesta de diseño en joyas íntegramente distinto a los proyectos habituales, la ambición de Fernanda Carri, diseñadora y co-fundadora de la marca es entregar piezas de arte portables.
Fernanda ha vivido rodeada de arte, es artista visual, y antes de llevar su pasión y energía a Carra disfrutaba también de pintar, es una entusiasta promotora del arte desde su plataforma digital, además de ser curadora y art dealer. Las joyas de Carra son piezas artísticas en todo sentido, desde su elocuente atención al detalle y el genuino arte de su creación, así como su arriesgada composición; cada joya tiene expresión y carácter.
Lo primero que capta la atención sobre la colección de Carra es el material con el cual cada pieza se confecciona. La historia de como se eligió tan singular material reside en la curiosidad por la resina, como utilizarla y transformarla. Es durante ese período de investigación que Fernanda comenzó a trabajar con la artesanía en vidrio soplado de Tlalpujahua en Michoacán, pueblo minero donde la mayoría de sus habitantes es de generaciones de artesanos dedicados a la fabricación de elegantes piezas en vidrio, principalmente esferas, entre otras creaciones que enamoran y asombran por su fina atención al detalle y calidad.
La diseñadora se admiró con el repertorio de miniaturas en vidrio de borosilicato producidas por un talentoso artesano que continua con el legado de la familia, es la cuarta generación de artesanos de vidrio soplado, y que con trabajo en equipo han hecho realidad su sueño de exponer su talento y creatividad de la mano del invaluable saber hacer de la artesanía mexicana.
Si bien no podemos dejar a un lado la rareza del material elegido para transformarse en anillos y aretes, la diseñadora nos comparte que al ser confeccionadas con vidrio de borosilicato es más resistente (es imposible olvidar que son piezas de vidrio), pero están diseñadas para soportar más. Los aretes y anillos de Carra son piezas que no salen de un mismo molde, asegurando que no hay una pieza exactamente idéntica. Son piezas artesanales que fluyen singularmente, resulta impresionante como en la gama de colores, cada pieza adopta una tonalidad única. Fernanda se maravilla al observar como los colores cambian al momento de fundirse con la flama, como la intensidad va dictando y moderando el color.
Cada diseño fluye diferente, desde el sketch hasta la alteración en físico de los elementos. La diseñadora no crea colecciones por temporadas, para ella resulta más interesante el incorporar piezas y ver como todas llevan una sintonía atemporal.
Cada pieza se entrega envuelta en una exquisita mascada diseñada por Eduardo Romero. La venta de la marca mexicana es a través de su página web y redes sociales. Fernanda tiene en mente ampliar el horizonte de la marca al experimentar con otros accesorios, innovar en piezas y develar todas las bondades de la artesanía en vidrio y el diseño de accesorios.
Por Leonor Torres Sanz
Fotos cortesía de CARRA